“Con la mirada en el cielo. Te extrañamos”
La vida es un regalo que se nos concede de manera espontánea, sin desearlo, y la tuya es una de las más preciadas en este mundo. Tu vitalidad nos llenaba de alegría. La felicidad que transmitías será lo que todos recordemos de ti, algo que nos dejaste grabado en nuestra memoria desde el primer día que te conocimos. Las reuniones familiares no serán lo mismo sin tu presencia, no tendrán el mismo color, en la mesa habrá una silla vacía para ti. Los reencuentros familiares serán más difíciles cuando que ya no estás. La luz que nos transmites a los demás no se apagará porque tu sabiduría nos marcará el camino a seguir en los momentos más duros que no podamos contar con tu apoyo. Después de todo el sufrimiento que has vivido, te has ganado un privilegiado lugar en cielo. Eres la persona que todos queremos tener a nuestro lado, eres la guía en nuestras vidas, por ello te apreciamos y no dejaremos que tu recuerdo caiga en el olvido. Que Dios te haya llevado contigo significa que quiere tenerte a su lado como nosotros lo hemos hecho tanto tiempo.