“Abuela, eras la cabeza de toda nuestra familia”

No tengo idea de si te pude expresar lo importante que eres en mi vida: con acciones, palabras, abrazos o miradas. Aún con tu partida me sigues enseñando. Definitivamente, nunca se está preparado para el peor escenario. Sin embargo, cuando llega, no es el fin del mundo. Hay que buscar dentro del corazón esa fuerza para salir adelante.
Fuiste una guerrera y tu cara siempre lo demostró, a pesar de todas las dificultades, de una infancia difícil y de la lucha constante por sacar a tus hijos adelante; para tus nietos siempre tenías una gran sonrisa. Fuera lo que fuera siempre nos consentías. Te recuerdo en cada festival, en cada competencia y en cada momento importante de mi vida. Siempre a mi lado y al lado de mi papá.
Eras la cabeza de la familia, en cada comida te sentabas en la cabecera. Hoy te prometo que así lo voy a hacer, voy a sentarme en la cabecera de mi vida y a ser un ejemplo para todos, pero sobretodo voy a mantener a la familia unida.
Me enseñaste que el dinero crece en los árboles, si de chiquita yo tenía mi árbol del dinero. (Papá ya sabes a quien reclamarle por que yo siempre pedía muchas cosas). Plantaba un peso y una semana después cavaba para encontrar diez pesos. Una maravilla para cualquier niño y aunque en definitiva el dinero no es lo más importante, sirve para dar tranquilidad en momentos difíciles y para vivir grandes experiencias. Me enseñaste que puedes crear dinero con un arbolito y yo lo voy a hacer ayudando a otros. Abuela, no tengo palabras para agradecerte lo que eres en mi vida y todo lo que me enseñaste, hoy eres uno de mis angelitos, en definitiva el más importante. Además, vas colgando de mi cuello en forma de delfín. Cada acción, cada triunfo y también cada fracaso van dedicados a ti. Que Dios te bendiga hoy y siempre para que puedas seguir inspirando creatividad. Siempre te recordaremos mi reina. DEP.