“A una mujer siempre luchadora”

05 sep 2019 / 08:00 H.

Desde aquí los cinco hermanos Carcelén López, y ante la pérdida de nuestra madre, Dolores López Martínez, Lola para todos como la conocimos y la nombramos, queremos aprovechar la ocasión para evocar a la persona que fue amén de nuestra madre.

Lola fue para sus familiares, para los amigos, para la gente que simplemente la conoció, un referente por su bondad y su cercanía para cuantos se acercaron a ella de buena voluntad. Lola fue una luz de amor, magnánima y espléndida con quien lo necesitó y con quién no. No le antecede la gloria o la fama mediática, sin embargo fue de esas nobles personas que solo supo procurar el bien, por ayudar y no solo a los suyos, sino a paisanos, desheredados, y cualquier alma necesitada o no, que tuviera el honor de acercarse a ella. Madre e infatigable trabajadora rodeada de fogones elaborando sus delicias durante cincuenta años en la cocina del Bar El Palacio del Vino, “Los Cojos”.

Junto con nuestro padre, Pedro Carcelén Yeste, formaron su proyecto de vida, construyeron su camino, crearon un hogar con sabor a casa, alumbraron y perpetuaron su legado en sus cinco hijos y nos dejaron la mejor herencia, el mejor tesoro, la honradez, educación, el trabajo, en definitiva el mejor bagaje que se puede recibir de unos padres.

Quedamos embargados por un sentimiento de vacío, la matriarca y nexo de unión que aglutinaba y daba sentido a la familia nos dejó. Su legado queda en nuestras manos y de nuestros hijos, de mantener viva la llama de la conciencia, del respeto y de las cosas bien hechas. Nos alegramos de que te hayas encontrado con papá allá en el cielo. Nosotros perpetuaremos viva tu llama siempre. Tus hijos no te olvidarán. DEP. ¡Un abrazo madre!