El alma máter de Espíritu Santo
María Molero Villar



Ella representó el amor más puro por el oro líquido. Fue una mujer incansable que nunca cejó en su empeño por lograr sus sueños, el ultimo el tener su propia almazara, producir su aceite de oliva y compartir con todos aquellos que se interesaran sus conocimientos en lo referente al mundo del olivar y el oro líquido. Alma máter de aceites Espíritu Santo, María Molero Villar fue una mujer valiente y pionera. Apostó por el oleoturismo y, sobre todo por su tierra. Convirtió, junto a su marido, Juan Molina, a la almazara en referente del turismo rural. La sociedad jiennense quiso reconocer públicamente su labor y apoyo al oro líquido. Su gran trabajo por abrir camino al turismo en el mundo del olivar. Su esposo fue el encargado de recoger el Premio Mujer en el Recuerdo, una distinción que recibió de manos del director de la Universidad a Distancia en Jaén, Andrés Medina. Sobre el escenario, el ubetense agradeció el reconocimiento y tuvo palabras hacia ella. “María sigue estando con nosotros y lo seguirá estando siempre. Siempre ha sido ejemplo para todos los que la han conocido, especialmente para nuestros hijos y para nuestra familia. Para mí ha sido mi vida. Muchísimas gracias a Diario JAÉN y a la Consejería de Igualdad”, expresó Juan Molina, que también dio la enhorabuena a todas las premiadas durante la Gala Jaén Mujer.
Molero estaba muy orgullosa de lo que su familia había conseguido con el paso de los años, con mucho esfuerzo y dedicación, y se notaba en cada una de las acciones promocionales en las que participaba para dar a conocer sus excelentes aceites. Y es tan grande el amor que sentía por el campo, afirma su esposo Juan Molina, que estudió Agronomía en la Universidad de Córdoba. “Otra de las facetas que siempre le gusta fue la docencia, así que cuando tuvimos a nuestro tercer hijo hizo Magisterio, lo sacó todo con matrícula de honor, pero decidió, en lugar de opositar, dedicarse a nuestra almazara”, concluye Molina. El oro líquido fue su vida y la almazara que regentaba su gran pasión. Gracias a su espíritu y carácter emprendedor consiguió varios reconocimientos, que le vinieron también por la calidad lograda en su zumo de aceituna ecológica. Fue una mujer que siempre estará en el recuerdo.