Se cumplen 50 años de la muerte del dictador Francisco Franco
Dos días después, Juan Carlos de Borbón se convirtió oficialmente en rey de España
El sábado 22 de noviembre de 1975, poco después de las 12:30 horas, Juan Carlos de Borbón se convertía oficialmente en Rey de España, reinstaurando la monarquía en el país tras cuatro décadas de franquismo y culminando así un proceso que comenzó a fraguarse décadas antes, con el acuerdo alcanzado entre Franco y su padre, el Conde de Barcelona. “Hoy comienza una nueva etapa de la historia de España”, sostuvo en su discurso de proclamación como monarca ante las Cortes franquistas, reunidas en sesión solemne, tan solo dos días después de la muerte de Franco, y con la presencia de la hasta entonces princesa Sofía y de sus tres hijos: el actual rey, Felipe VI, y las infantas Elena y Cristina. Un acto donde la corona estuvo presente en el hoy hemiciclo del Congreso, depositada sobre un cojín. Don Juan Carlos, hasta entonces Príncipe de España tras ser proclamado como su heredero por el propio dictador, había jurado previamente “por Dios y sobre los Santos Evangelios cumplir y hacer cumplir las Leyes Fundamentales del reino y guardar lealtad a los principios que informan el Movimiento Nacional”. “La monarquía será fiel guardián de esa herencia y procurará en todo momento mantener la más estrecha relación con el pueblo”, aseguró durante su discurso, en el que pidió a todos que entendieran “con generosidad y altura de miras” que el futuro de España “se basará en un efectivo consenso de concordia nacional”. “Un orden justo, igual para todos, permite reconocer dentro de la unidad del reino y del Estado las peculiaridades regionales, como expresión de la diversidad de pueblos que construyen la sagrada realidad de España”, sostuvo en otro pasaje. “El Rey quiere serlo de todos a un tiempo y de cada uno en su cultura, en su historia y en su tradición”, proclamó, prometiendo “firmeza y prudencia”.
Comenzaba así un reinado cuyo legado ha querido reivindicar en las últimas semanas a través de la publicación anticipada en Francia de sus memorias, esgrimiendo que si España es hoy en día una democracia parlamentaria fue porque él así lo quiso y trabajó para su consecución: “La democracia no cayó del cielo”. En el libro, escrito junto a Laurence Debray y publicado por Stock, sostiene que si fue rey fue gracias a Franco, a quien asegura que respetaba. También relata su última conversación con el dictador en su lecho de muerte. “Me cogió la mano y me dijo como en un último suspiro: ‘Alteza, solo le pido una cosa: mantenga la unidad del país’. Esa fue su última voluntad. No me pidió que preservara el régimen como estaba o los principios del Movimiento Nacional”, subraya. “Por tanto, tenía las manos libres para iniciar reformas mientras la unidad de España no fuera puesta en cuestión. Tuve la impresión de que me daba libertad de actuar”, esgrime, justificando así los pasos que dio a continuación y que culminarían con la celebración de elecciones libres el 15 de junio de 1977 y la proclamación de la Constitución el 6 de diciembre de 1978.
Pero en realidad aquel 22 de noviembre había comenzado a fraguarse casi tres décadas antes durante el encuentro que mantuvo su padre, el Conde de Barcelona, con Franco el 25 de agosto de 1948 a bordo del yate “Azor” frente a las costas de San Sebastián. La cita, que se prolongó durante unas tres horas, selló el futuro de ‘Juanito’, como le llamaban cariñosamente en la familia, ya que se acordó que se trasladaría desde Estoril, donde residía, a España para estudiar allí.