Maza, el nuevo fiscal general, se opuso a la “doctrina Botín”
El Consejo de Ministros propuso al magistrado de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo José Manuel Maza como fiscal general del Estado en sustitución de Consuelo Madrigal. De sensibilidad conservadora —fue portavoz de la Unión Judicial Independiente—, en su día se opuso a la denominada “doctrina Botín”, propuso el archivo de la querella contra Pablo Iglesias por presunta financiación de Venezuela e Irak y expresó sus dudas sobre la última reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial (LOPJ).
Para su nombramiento, que será por un mandato de cuatro años, se precisará la participación de los tres poderes del Estado, ya que el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) deberá aprobar un informe de idoneidad y después comparecerá en la Comisión de Justicia del Congreso de los Diputados, cuyos miembros podrán valorar así sus méritos. Maza, nacido en Madrid en 1951, ingresó en la Carrera Judicial en 1975 y en la Fiscal en 1978, donde fue el primero de su promoción, si bien comenzó ejerciendo como abogado y letrado de la Red Nacional de Ferrocarriles.
Ya como juez, después de ser elegido por sus compañeros como decano de los juzgados de distrito de Madrid y una destacada trayectoria en la Audiencia Provincial, Maza recaló en 2002 en el Tribunal Supremo para cubrir la plaza del también conservador Adolfo Prego.