Los fallecidos por la explosión de gas aumentan a cuatro

La nueva víctima mortal es un búlgaro que estaba en el despacho de Cáritas

22 ene 2021 / 09:27 H.
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El cuarto fallecido en la explosión de gas que destrozó ayer parte de un edificio en la calle Toledo de Madrid es un ciudadano búlgaro llamado Ivanov Kochev Stefco, de 46 años, que en el momento de la explosión se encontraba en el despacho de Cáritas de la planta baja de ese inmueble. Este hombre, vecino de Fuenlabrada, que en un primer momento se informó de que era octogenario, no habría muerto en la calle como se pensaba, sino en esta oficina de Cáritas en la que estaba por motivos que de momento se desconocen. Un despacho que pertenece al complejo sacerdotal del edificio en el que había otras estancias y residencias del Arzobispado.

De esta manera ya se han identificado a los cuatro fallecidos en la explosión del barrio de La Latina. Los otros son Javier Gandía, un albañil de 45 años, que trabajaba en el edificio de enfrente del lugar del suceso y vecino de La Puebla de Almoradiel (Toledo). Pasaba por la calle en el momento del estallido y se vio alcanzado por los cascotes. Las otras dos víctimas son el sacerdote Rubén Pérez de Ayala, de 36 años, que en el momento de la explosión se encontraba junto a la caldera de gas del inmueble siniestrado con David Santos Muñoz, un electricista de 35 años que acudió para ayudar a reparar la instalación. El primero murió esta madrugada en el hospital de La Paz y el segundo falleció en el lugar de los hechos.

Por otro lado, los Técnicos de Edificación Deficiente del Ayuntamiento de Madrid irán desmontando el edificio de la calle Toledo y lo harán “planta por planta”, empezando por la superior, la más afectada. El jefe de guardia de Bomberos, Luis Soriano, ha apuntado que “hay que tener mucho conocimiento” para el manipular este tipo de calderas.

Así lo indicó el concejal delegado de Desarrollo Urbano de Madrid, Mariano Fuentes, que visitó el lugar de los hechos y ha explicado que se tratará de un desmontaje, no de una demolición, y que se seguirán los criterios de los servicios de edificación, que decidirán hasta dónde llegar desmontando plantas y cuáles quedan en pie. “Las tres primeras han sufrido muchos daños”, reconoció. Según indicó el edil, por el momento tanto los bomberos como los técnicos iniciaron los trabajos de revisión, “evaluando la afección que la explosión ha generado al resto de inmuebles”. Además, se retiraron 16 coches afectados.

Concretamente, los profesionales están evaluando asimismo el estado de tres edificios de viviendas colindantes que estalló, el colegio La Salle, la iglesia de La Paloma. Estos tres inmuebles son los correspondientes a los números 102, 104 y 106. En dos edificios espera que terminen pronto los trabajos por parte de la compañía de gas para que los residentes puedan volver a entrar hoy mismo. Más complicado es el regreso de los vecinos del número 106 de la calle Toledo, que también psaron la noche en un hotel. Tal y como explicó el edil, el edificio reviste daños en la cubierta porque el muro medianero de ladrillo “explotó y salió como metralla, con daños en tejas y sobre todo en el último piso y hay zonas agujereado y muros rotos por el impacto del edificio de al lado”.

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