La Real Casa de Correos de Sol, declarada Lugar de Memoria Democrática
El BOE recoge que desempeñó un “papel central” en la “represión política y social” durante el franquismo
El Gobierno ha declarado la Real Casa de Correos de la Puerta del Sol de Madrid, actual sede de la Presidencia de la Comunidad de Madrid, como Lugar de Memoria Democrática por el papel que desempeñó durante la dictadura franquista siendo la Dirección General de Seguridad (DGS), donde se produjeron torturas “por motivos políticos e ideológicos” a opositores al régimen. Así lo recoge el Boletín Oficial del Estado (BOE) publicado este miércoles, que detalla que, tras comenzar los trámites hace un año, se declara el edificio que alojó durante 40 años la DGS como Lugar de Memoria Democrática por haber desempeñado “un papel central en la represión política y social durante varias etapas de la historia contemporánea de España, especialmente durante la dictadura franquista”. La Comunidad de Madrid, que lidera Isabel Díaz Ayuso, se ha opuesto frontalmente a esta decisión desde que el Ejecutivo anunció su intención y presentó un recurso ante el Tribunal Constitucional (TC) para evitar lo que consideran que supone una invasión de competencias autonómicas. Defienden que “un periodo ínfimo del pasado de la Real Casa de Correos no puede transformar la verdadera significación histórica, simbólica y la repercusión que en la memoria colectiva ostenta el edificio”. Por su parte, el ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, ha indicado que la declaración como Lugar de Memoria Democrática de este edificio, donde “hubo torturas y personas que perdieron la vida por defender el regreso de la democracia, es una magnífica noticia” para quienes defienden “la libertad, los derechos y la reparación de las víctimas”. Considera que “todos los demócratas” deberían alegrarse de esta declaración, “para que nunca más se repitan estos actos ignominiosos”. Tras la Guerra Civil, la Dirección General de Seguridad “asumió un papel fundamental en la vigilancia, control y represión de republicanos, socialistas, anarquistas, comunistas, liberales y cualquier persona sospechosa de tener simpatías por las ideas contrarias al régimen”, se apunta en el BOE, donde se especifica que son “numerosos los testimonios” de personas que sobrevivieron a los interrogatorios que coinciden en señalar la “extrema brutalidad” con la que se ejecutaban estas prácticas, en lo que fue un “símbolo de las violaciones de los derechos humanos durante el franquismo”.