La célula yihadista, desmantelada

A una semana del atentado de Barcelona, 28 heridos siguen hospitalizados

25 ago 2017 / 16:15 H.

Los atentados del 17 y 18 de agosto en La Rambla de Barcelona y Cambrils (Tarragona) que dejaron 15 víctimas mortales cumplieron una semana con la célula yihadista desmantelada y con 28 heridos que permanecen hospitalizados, siete de ellos críticos.

El grupo de terroristas planeaba un atentado terrorista de “gran envergadura”, según el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu, y entre sus planes había monumentos emblemáticos de Barcelona, como la Sagrada Familia. De los 12 presuntos implicados, 8 murieron antes de los atentados o abatidos por los Mossos d’Esquadra y otros 4 fueron detenidos, de los que 2 fueron enviados a prisión —Driss Oukabir y Mohamed Houli— y otros 2 puestos en libertad provisional —Salh el Karib y Mohamed Aalla—.

El presunto líder de la célula es el que era imán de Ripoll (Girona), Abdelbaki es Satty, que murió el 16 de agosto en una explosión en una casa de Alcanar (Tarragona), la base operativa del grupo desde donde preparaban peróxido de acetona, conocido como Tatp. En la explosión murió también Youssef Aalla y resultó herido Mohamed Houli, y posteriormente se recuperó en la vivienda un cinturón de explosivos con carga real, además de más de un centenar de bombonas de butano, acetona, metralla y otros productos.

El 17 de agosto, Younes Abouyaaqoub arrolló con una furgoneta a los paseantes de La Rambla, dejando 13 muertos y más de cien heridos de 34 nacionalidades. Tras cuatro días huido, el terrorista fue abatido por los Mossos en unos viñedos en Subirats (Barcelona); logró escapar de un control policial en la Avenida Diagonal de Barcelona tras robarle el coche a una víctima, Pau Pérez, y asesinarle con un arma blanca.

El otro escenario de los atentados fue el paseo Marítimo de Cambrils, donde el 18 de agosto los terroristas Moussa Oukabir, Said Aalla, Mohamed Hichamy, Omar Hichamy y El Hussain Abouyaaqoub fueron abatidos por los Mossos después de arrollar a varias personas, dejando a una mujer muerta. Los investigadores sospechan que, tras la muerte del imán en Alcanar, Mohamed Hichamy asumió un rol preponderante, debido a que hizo múltiples gestiones, alquiló un tercer vehículo y es el terrorista directamente implicado más mayor. Una semana después de los atentados, la investigación la centralizará el Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (Citco) y participarán los Mossos, Policía Nacional y Guardia Civil.

Se centrará en la conexión que la célula yihadista desarticulada tenía con el extranjero y, en concreto, con Francia, Marruecos y Bruselas, después de que haya trascendido que algunos de sus miembros viajaron a Francia y que el imán estuvo en Bélgica.

Según el último balance difundido por la Conselleria de Salud de la Generalitat, ayer al mediodía seguían ingresados en hospitales un total de 28 heridos, y hay siete heridos en estado crítico. Todos se encuentran en 12 hospitales de Catalunya y Zaragoza y, del total de hospitalizados, 23 lo están por el atentado de Barcelona y cinco por el de Cambrils.

Desde el día de los ataques, la ciudadanía ha depositado flores y velas en La Rambla y en el paseo Marítimo de Cambrils, y se realizaron algunos funerales y una misa en la Sagrada Familia con la presencia de los Reyes, además de una ceremonia interreligiosa, ayer, en el Museu Marítim.

Mañana se celebrará una manifestación en la capital catalana desde los Jardinets de Gràcia con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy; el de la Generalitat, Carles Puigdemont; la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau; miembros de sus gobiernos, partidos, sindicatos y sociedad civil bajo el lema “No tenemos miedo”. Tras los atentados, Barcelona tiene previsto erigir un memorial que consultará con sus vecinos, y expertos estudiarán la colocación de obstáculos y peatonalizar algunas vías.

Cambio de horario en la mezquita de Ripoll

La mezquita de Annour de Ripoll, en la que ejerció el imán implicado en los atentados de Barcelona y Cambrils (Tarragona), Abdelbaki es Satty, alteró sus horarios por temor a “ataques xenófobos”.

Fuentes del centro de la calle Progrés destacan que no hay por ahora ningún problema ni altercado, pero admiten que ven “algún recelo de más” entre los vecinos. Desde la marcha de Es Satty en junio, la principal mezquita de Ripoll no tiene imán, pero hasta los atentados de hace una semana funcionaba con normalidad. Normalmente se puede ir a rezar cinco veces al día —a las 6, a las 12, a las 18, a las 20.30 y a las 22—, aunque estos días hay algunos cambios “debido a las circunstancias tan lamentables que han ocurrido”, añaden. Desde los atentados de la semana pasada hay un manifiesto colgado en las dos puertas de entrada del centro: el texto condena los ataques y reafirma el “pleno compromiso con la lucha contra cualquier tipo de terrorismo”. El mensaje, escrito en catalán y rubricado con el sello de la mezquita, también pide que los responsables de los atentados “puedan ser detenidos y llevados ante la justicia cuanto antes mejor”. La comunidad musulmana de Ripoll es de unas 700 personas, que tienen dos centros de oración: el Annour, donde Es Satty fue imán, y El Fath.