El incendio de Llutxent deja afectados a seis municipios
El fuego fue originado por la caída de un rayo sobre un árbol el lunes
El incendio declarado el lunes en la localidad valencia de Llutxent, obligó a desalojar “de forma preventiva” a la población de Pinet. El equipo de agentes medioambientales que trabaja en la investigación de las causas del incendio afirmó que el origen del fuego fue la caída de un rayo sobre un árbol, según ha informado la Conselleria de Medio Ambiente.
El incendio ha afectado a más de 3.303 hectáreas en seis poblaciones valencianas: Llutxent, Gandia, Pinet, Ador, Barx y Quatretonda, y ha obligado a desalojar a miles de persona, según la última perimetración del Centro de Coordinación de Emergencias.
No todas las zonas son de masa forestal ya que también se incluyen campos agrícolas sin uso y arbustos. Su extinción está siendo muy complicada debido a la dificultad de acceso a las zonas.
El president de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, señaló que las predicciones sobre la evolución del incendio en Llutxent son “más favorables” pero “aún hay una incertidumbre muy grande”.
Puig, ha mencionado que no es un problema de medios, ya que cuentan con “todos los posibles”. “Hay que gestionar adecuadamente los recursos aéreos, el espacio aéreo es limitado y también la zona de cobertura. Hay que ver cómo se puede hacer de la mejor manera posible para que no haya peligro para nadie porque la seguridad es la clave. Lo mas importante es la seguridad, de los pilotos y de quienes trabajan en terreno con condiciones climatológicas terribles”, ha resaltado.
A lo largo de ayer, trabajaron en las labores de extinción más de 700 efectivos terrestres y 27 aéreos procedentes de distintos cuerpos y administraciones, bomberos forestales y personal de medio ambiente de la Generalitat, miembros de los consorcios provinciales de bomberos de Valencia, Castellón y Alicante y personal del Cuerpo Municipal de Bomberos.
Ayer miércoles por la tarde se celebró un Pleno extraordinario donde se ha pedido al Gobierno que declare las zonas afectadas como “zonas de catástrofe”, para poder arbitrar “todas las ayudas” que puedan y así reparar “aunque sea mínimamente” el daño que, ha lamentado, es “irreparable”.