Cristina Cifuentes y Esperanza Aguirre, imputadas por el juez
Pagar deudas, organizar actos y engordar la “caja B”: Así funcionaba el PP
El auto del juez de la Audiencia Nacional, Manuel García Castellón, que imputa hasta a tres expresidentes de la Comunidad de Madrid e investiga, entre otros, presuntos delitos de malversación, cohecho, fraude, falsedad electoral y prevaricación dibuja un “plan preconcebido” por el que a golpe de licitaciones “a dedo” en contratos de imagen y publicidad, sobrecostes en contratos públicos y facturas falsas, los dirigentes de la formación y del Ejecutivo madrileño habrían estado desde 2003, y hasta al menos 2011, utilizando fondos públicos para pagar deudas, sufragar actos de campaña y engordar una supuesta “caja B” del PP madrileño.
El juez sitúa a Esperanza Aguirre como el “cerebro” de la trama y la supervisora de la búsqueda de fondos, en la que implicó a sus consejeros, además, imputó a Cristina Cifuentes por la presunta financiación irregular del PP regional. Investigación que se enmarca dentro del “caso Púnica”.
En medio de un intenso calendario de citaciones que abarcan desde el 9 de septiembre hasta el 18 de octubre, el titular del Juzgado Central de Instrucción número 6 citó a Cifuentes el día 1 de octubre y a Aguirre, el 18 de ese mismo mes, relanzando así la investigación del “caso Púnica” y, concretamente, de la pieza que indaga en si el PP, cuando estuvo presidido por Aguirre se financió ilegalmente las campañas electorales de 2007, 2008 y 2011.
La investigación se inició en 2014 tras el hallazgo de una agenda del exsecretario general del PP de Madrid, Francisco Granados, considerado el “cabecilla” de la trama Púnica, en la que pueden leerse unas siglas junto a determinadas cantidades de dinero. Se investiga si estas letras pertenecen a presuntos donantes del PP regional que habrían sufragado las campañas electorales a cambio de adjudicaciones públicas, algo que este investigado siempre negó.
Ahora, el juez decide imputar a Aguirre porque la investigación arroja “indicios racionales” de que sería “quien ideó la búsqueda de recursos, que financiaran las campañas que ella misma seleccionaba, y la supervisora última de las sinergias entre sus consejeros de confianza, que impulsó con dicha finalidad”. Las campañas iban dirigidas a fortalecer y vigorizar su figura política y consolidarla como presidenta de Madrid.