Calvo acepta un coordinador en el diálogo sobre Cataluña
En esa mesa de partidos los socialistas estarían representados por el PSC
La vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, aceptó la figura de un relator en la mesa de partidos que el Ejecutivo y la Generalitat intentan impulsar sobre la situación en Cataluña, pero rechazó que esta persona pueda considerarse un mediador. “No hacen falta mediadores ni para el Gobierno ni para el Partido Socialista. Si acaso alguien que pueda tomar nota, convocar, que nos pueda coordinar” en esa mesa de “diferentes partidos”, pero “no hacen falta mediadores”, afirmó en declaraciones a los medios de comunicación en los pasillos del Senado, donde aclaró que en esa mesa de partidos los socialistas estarían representados por el PSC. Esta iniciativa de crear una mesa de partidos fue explorada en una de las reuniones recientes entre Calvo y el vicepresidente catalán, Pere Aragonés, y la consejera de Presidencia, Elsa Artadi. Se trata de crear un canal alternativo de diálogo político a la vía institucional que representa la Comisión bilateral Estado-Generalitat prevista en el Estatut. Una mesa en la que los partidos hablen con mayor flexibilidad que en el diálogo entre instituciones.
El problema que impidió hasta la fecha la concreción de esta mesa de partidos es que el Ejecutivo defendía que se ciñera a la participación de formaciones catalanas, mientras que los independentistas exigen que sea de ámbito estatal, para que pueda participar Podemos. A pesar de que el PDeCat vincula la creación de una mesa de diálogo político sobre Cataluña en presencia de testigos neutrales con su eventual renuncia a presentar una enmienda a la totalidad al proyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE), Calvo ha desligado una cosa de la otra.
La vicepresidenta defendió la práctica del “diálogo” entre partidos “dentro de la ley”, por lo que rechazó que en ese contexto se precisen mediadores. “Ojalá todos los partidos estuvieran dispuestos a dialogar dentro de la ley para resolver una situación tan complicada como la de Cataluña”, señaló en alusión a PP y Ciudadanos.
Sin concretar quién podría ejercer ese papel de coordinador o relator, Calvo explicó que debería ser “alguien que entienda bien de todo” lo que se está “hablando en este país, que es de resolver una crisis territorial importante”. “Estamos hablando de la unidad del Estado, de nuestro orden constitucional e intentando dar salida a una situación que en 2011 el PP se encontró con una Cataluña en que sólo el 1O% votaba independentismo y cuando se fueron dejaron una sociedad en la que el 47% votaba independentismo”, deslizó Calvo, que culpó al PP de renunciar a dialogar.
El Govern difundió los 21 puntos que el presidente de la Generalitat, Quim Torra, pidió al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la reunión que mantuvieron el 20 de diciembre en el Palau de Pedralbes de Barcelona.
El documento “Propuesta del Govern de Catalunya en la cumbre con el Gobierno de España: Un pacto de Estado para solucionar el conflicto entre España y Catalunya” esgrime que la situación actual en Catalunya es política y requiere “soluciones políticas”.
Entre los puntos que Torra pide a Sánchez, destacan una mediación internacional para una negociación entre Generalitat y Gobierno en igualdad de condiciones; “investigar los abusos policiales y económicos ejercidos contra el pueblo catalán”, y hacer efectivo el derecho de autodeterminación.
Los 21 puntos se dividen en tres apartados: el primero, englobado bajo el epígrafe “Una respuesta democrática para Catalunya”; el segundo, “La necesidad de una regeneración democrática de España”, y el tercero, como “La desfranquización de España, un reto pendiente. Antes de abordar las 21 demandas, el documento que Torra entregó a Sánchez analiza la situación actual y afirma que España vive “una grave crisis de Estado” en la que hay una desconfianza de la ciudadanía hacia las instituciones. El documento también afirma que la monarquía parlamentaria vive “un momento de absoluta desconfianza y desafección”.