El vicepresidente y conseller de Economía de la Generalitat catalana, Pere Aragonès, avisó al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de que el independentismo no le dará “un cheque en blanco” para aprobar los Presupuestos Generales del Estado (PGE). En una entrevista recogida por Europa Press, lamentó que aún no conocen cuál es la propuesta de Sánchez y si buscará una solución política que acabe con la represión o, “bajo la espada de Damocles, de que vuelve la derecha reaccionaria”, intentará reclamar apoyo incondicional. En ese sentido, señaló que aunque “es evidente” que Sánchez no es como Mariano Rahoy, es necesario que dé pasos, ya que la predisposición a hablar es buena pero son necesarios cambios de fondo.

Además, rechazó la propuesta del PSC de apoyar las cuentas catalanas a cambio del “sí” del soberanismo a los PGE: “Entendemos que los Presupuestos del Parlament no se deben subordinar a la tramitación de los PGE”. Sobre las cuentas catalanas, dijo que si el PSC cree que el proyecto es bueno para tramitar el presupuesto con unos PGE, también lo es sin ellos.

El secretario de Organización y Acción de gobierno de Podemos, Pablo Echenique, pidió al Ejecutivo de Pedro Sánchez que le haga llegar un borrador del anteproyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado (PGE) antes de que lo apruebe en el Consejo de Ministros y lo lleve al Congreso, para evitar “incumplimientos” del acuerdo que firmaron en octubre, como los que se están produciendo ya, aseguran, en materia de alquileres. “Hay elementos de fricción. Ya sabíamos que el PSOE y Podemos tenemos proyectos de país diferentes, y que iba a haber resistencias, pero hay un acuerdo firmado y se tiene que cumplir”, defendió el dirigente del partido morado en una entrevista concedida a Europa Press. Así se lo transmitió el propio Echenique a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en la conversación que mantuvieron esta semana, en la que también quedaron en reunir a la mesa de seguimiento del acuerdo presupuestario la semana que viene, con el objetivo de comprobar que todos los puntos en los que puede haber algún problema, como los alquileres, se rectifiquen.