Zapatillas en la maleta
Mario Martos ha marcado tres goles en Chipre y Álvaro Silva juega actualmente con Filipinas
La Segunda División de Chipre afronta la recta final de la primera vuelta. A mitad de septiembre llegó una de las firmes promesas de la cantera del Real Jaén. Mario Martos no tuvo problemas de adaptación al fútbol chipriota y en solo doce partidos se ha convertido en un hombre fundamental en los planes del Olympiacos. Ha marcado tres tantos y su equipo marcha tercero, ya que arrastra una sanción de tres puntos de la pasada campaña. Los dos próximos compromisos serán vitales. “Estamos en el camino correcto para luchar por el ascenso y es el único reto que me he marcado esta campaña. Por ahora, las cosas me salen a la perfección y no tengo queja de los resultados deportivos, porque marchamos terceros por detrás del Anagennisi, que es segundo, y el Karmiottisa”, destaca. Desde Chipre sigue perfectamente la trayectoria del Real Jaén de sus amores. “Sé que el día 19 juega el partido contra el Linares Deportivo. Es el derbi de la provincia y seguro que es seguido con gran expectación debido a que cuentan con grandes aficiones”, comenta.
Mario Martos tiene claro que no regresará al fútbol español en el mercado de invierno. “Ahora mismo no he recibido ninguna propuesta y me encuentro cómodo en el Olympiacos de Nicosia, pero nunca se sabe lo que deparará el complejo mundo del fútbol”, reconoce el futbolista formado en el Real Jaén.
José Manuel Rueda nació un frío 30 de enero de 1988 en Linares. Desde muy pequeño se sintió atraído por la pelota hasta que sus padres decidieron llevarlo al AD Santa Ana, el club de cantera más importante de la ciudad, por delante, incluso, del Linares. Allí, fue forjado por Juan Tomás Alcaide, el técnico del alevín que, más tarde, lo llevaría a La Masia, donde Rueda terminó por explotar como futbolista. “Allí, en La Masia, antes que a ser futbolista te enseñan a ser persona y en eso inciden mucho los directores de la instalación y es algo que a mí personalmente me ha marcado”, declara Rueda. Llegó a debutar con el primer equipo del Barça en 2008 de la mano de Pep Guardiola en La Condomina, ante el Real Murcia. En 2010 terminó su ciclo en el filial azulgrana y se enroló en el Omonia Nicosa de Chipre, con el que jugó una temporada antes de llegar a Xerez Deportivo desde el que se marchó hasta Ponferrada para jugar la Liga Adelante con la SD Ponferradina. Rueda, por el que suspira el Linares, cada temporada, trata de hacerse un hueco en el fútbol profesional marroquí en uno de sus clubes más históricos, el Mogreb Atlético Tetuán. El objetivo del centrocampista linarense es ganarse un puesto en el once titular y ayudar a su actual club a ganar algún título. No descarta acabar su carrera deportiva en el club azulillo, como otros muchos linarenses que están fuera.
El tosiriano dejó su sello en el Sl Sk Wrocław y en el año y medio que defendió sus colores y colaboró para que el equipo se clasificara para la Europa League, la competición en la que participan el Villarreal y el Athletic Club de Bilbao. Juan Calahorro Bares vivió su primera experiencia internacional y le vino a la perfección, aunque una rotura del ligamento cruzado frenó en seco su progresión. “Fue una lástima, pero afortunadamente estoy en el buen camino de la recuperación”, anuncia. En la actualidad se entrena con el Cádiz, equipo del grupo cuarto de Segunda B, desde hace dos semanas, pero no significa que se incorpore en el mercado de invierno. “Lo primero es recuperarme y después ya se verá”, anuncia el tosiriano. Su capacidad de trabajo, disciplina y visión origina que los técnicos también lo hayan alineado como centrocampista de corte defensivo. Formado en el municipio tosiriano, Calahorro brilló en la etapa en el Betis, conjunto con el estuvo en sus categorías inferiores. Le quedó el sabor agridulce de debutar en el primer conjunto, pese a que en más de una ocasión fue convocado por Pepe Mel. Fue cedido al Xerez de Segunda A y cuando concluyó su relación contractual se marchó al Alcorcón, con el que jugó las eliminatorias de ascenso a Primera División en la primera campaña.
Se puede decir que Álvaro Silva Linares es un trotamundos del fútbol. A sus 31 años, este iliturgitano ha jugado en ligas tan exóticas y desconocidas como las de Azerbaiyán, Kuwait o Corea del Sur, su actual destino. Formado en las categorías inferiores del Málaga CF, fue cedido muy joven al UD Marbella para regresar con el primer equipo malagueño. Posteriormente pasó por el Xerez CD y el Cádiz CF antes de que le llegara, en 2012, la oportunidad de jugar en Rumanía, con el Petrolul Ploiesti como cedido. Álvaro Silva regresó a final de temporada al club xerecista, para volver a emigrar en 2013 siendo su destino el Khazar Lankaran de Azerbaiyán, aunque cambia de equipo un año y medio después, cuando se compromete con el Al-Qadsia de Kuwait, donde permaneció un año hasta aterrizar en el Daejeon FC. “La verdad que la experiencia esta siendo muy positiva porque quería seguir jugando en Asia y en una de las ligas fuertes de aquí, aunque en lo profesional no hemos conseguido salvar al equipo del descenso que era el objetivo”, lamenta el futbolista. Otro de los hitos importantes en la carrera deportiva de Álvaro Silva es su debut con la selección de Filipinas —su abuela es originaria de este país—. Fue el 30 de octubre de 2014 en un amistoso en Catar ante Nepal, al que vencieron por 3-0 en un duelo de preparación de la Copa AFF 2014 (Campeonato de Fútbol de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático).