Victoria con gran sabor y sacrificio
Los jiennenses regresan a Ciudad Real con un triunfo que los mantiene invictos
Objetivo cumplido. Las victorias con sufrimiento saben mejor y el Jaén Paraíso Interior FS salió triunfador en el duelo entre las dos mejores aficiones de España en un partido en el que el Viña Albali Valdepeñas le exigió al máximo durante los 40 minutos. La garra y la calidad amarilla se dejaron notar al regreso al Quijote Arenas, la pista fetiche del equipo que entrena Daniel Rodríguez y en la que juega el rival hasta que terminen las reformas en su pabellón. Fue un partido intenso desde el principio y en el que la máquina amarilla no se sintió cómodo debido a que los castellanosmanchegos buscaron transiciones directas y en pocos toques, pese a que Alan Brandi generó dos ocasiones consecutivas. En esa locura de idas y venidas, el Jaén Paraíso Interior se cargó con cuatro faltas en los cinco minutos iniciales. La salida de Jordi Campoy y Dani Martín resultó providencial. El catalán se encargó de darle pausa al partido y organizó el juego, mientras que el salmantino ofreció su habitual catálogo de genialidades. Hizo trabajar en dos ocasiones a Mendiola y en el tercer intento lo batió con un disparo seco. En esos minutos solo existió en la pista el Jaén Paraíso Interior, pero el Viña Albali tiene un colectivo aguerrido y experto. Un desajuste defensivo originó el tanto del empate de Juanan. Fueron los peores instantes del conjunto que entrena Daniel Rodríguez, porque el rival quiso insistir en la herida y buscó la remontada en otro fallo visitante. La segunda mitad tuvo un comienzo distinto y que resultó clave para los jiennenses. En esta ocasión salieron más concentrados, impusieron su jerarquía en la pista azul y Daniel Giasson y Alan Brandi estuvieron acertados a la hora de resolver las ocasiones y situar un esperanzador 1-3. El Viña Albali no se rindió y el gol de Manu García le dio vida para tratar de empatar. Además, los colegiados le mostraron la segunda amarilla a Íker López y el equipo se multiplicó con tres jugadores en la pista para defender el empate. Fueron dos minutos eternos, pero en los que no se encajó y esta situación originó una subida de moral y autoestima para el equipo. Ese sacrificio se mantuvo en una agónica recta final, en la que Mimi salió de portero-jugador, pero Carlos Espíndola y el trabajo solidario del equipo resultaron clave para sumar los tres puntos y elevar el casillero a siete. El éxito se logró con sacrificio y el Jaén FS pone la directa.