Una piña que vale un bronce

Carmen Cano y Mari Ángeles Ruiz cuentan la intrahistoria de la selección

08 ago 2018 / 08:48 H.

Todos sabemos lo que pasó, la selección española hizo historia al conquistar, por primera vez, un bronce en un campeonato del mundo. Pero las “RedSticks”, especialmente las jiennenses Carmen Cano y Mari Ángeles Ruiz, no solo disputaron el Mundial, sino que hicieron piña gracias a la buena química conseguida. Así, en sus descansos disfrutaban con el parchís, el ping-pong o viendo la serie favorita de las “RedSticks”, “All Black”.

Las jugadoras alcalaínas cuentan a Diario JAÉN la intrahistoria y las anécdotas de unos días inolvidables vividos en Londres, durante el tiempo que estuvieron disputando el Mundial.

“Lo más importante fue cómo se formó lo de que éramos una piña. A raíz del primer partido en el que ganamos 6-2 a Argentina, el resultado no reflejó lo que se vio en el campo y nos dio un poco de bajón, el grupo se unió mucho más y fuera del campo estábamos siempre juntas y éramos una pequeña piña. Esto es un poco lo que más se nos ha quedado guardado a todas”, así lo explica Carmen Cano, quien fue decisiva con su tanto frente a Alemania que clasificó a España a semifinales. En el poco tiempo que tenían libre, Cano asegura que en sus descansos jugaban al parchís o, en otros casos, tenían enchufado a la televisión del hotel un ordenador y veían vídeos de risa y siempre estaban haciendo algo para relajarse. Algunas jugadoras incluso jugaban al ping-pong. Otro día el grupo salió a visitar Londres, aunque no dejaron de entrenar y de tener reuniones con el cuerpo técnico para preparar los partidos. Carmen Cano detalla que los días que no tenían partido entrenaban una hora. En este sentido, los días que no había partido, las jugadores tenían mañanas y tardes muy ocupadas: “Los días que no jugábamos nos levantábamos e íbamos a desayunar, después teníamos reunión previa antes de ir al campo a entrenar, después cuando llegábamos comíamos y descansábamos un rato ya que después teníamos una cita individual con el entrenador donde veíamos las jugadas en las que participábamos y corregíamos errores. Después o íbamos al fisio o jugábamos al parchís, luego cenábamos y nos íbamos a la cama”, aclara Cano, todavía exahusta tras haber hecho historia. La delantera de la selección afirma, como manía confesable, que antes de los partidos siempre se pone la zapatilla y la espinillera izquierda lo primero y se vuelve a atar los cordones. Por otro lado, Mari Ángeles Ruiz, portera de la selección, siempre estaba viendo vídeos de cómo los demás equipos tiraban los penaltis. “Me tiraba dos o tres horas mirando vídeos de los rivales. Cuando acababan los partidos, mi compañera de habitación decía que daba igual si íbamos a penaltis, ya que seguro que los paraba todos”, afirma la meta española. También asegura que uno de los “hobbies” que tenían las jugadoras de la selección era ver la serie “All Blacks” en una de las habitaciones, en la que debatían sobre el espíritu “all black”. Mari Ángeles Ruiz explica, entre risas, que nunca ha ganado en las partidas de parchís ya que sus compañeras siempre “le comían” primero sus fichas. “Teníamos una casilla en el parchís que era ‘comida por no comer’ y a mí siempre enviaban a casa”, afirma Mari Ángeles Ruiz. Confiesa que no jugaba al ping-pong porque se le da mal y que cuando juega a algo es para ganar. Y la medalla de bronce así lo atestigua.