Un escenario de Primera para soñar
La milagrosa remontada del Linares Deportivo frente al Betis B en la Ciudad Deportiva Luis del Sol de la pasada jornada servirá para llevar al equipo en volandas al Estadio Ramón de Carranza. Tras hilvanar dos victorias consecutivas, por primera vez esta temporada, y conseguir salir del descenso, los azulillos viajan a la Tacita de Plata con poco que perder. Enfrente tendrán a un Cádiz que llega en un gran momento, el mejor del curso.
El equipo defensivo y rígido que visitó el Municipal de Linarejos, el pasado mes de noviembre, se ha ido diluyendo con el paso de las jornadas. Los amarillos, organizados bajo su clásico 4/2/3/1, han visto como los fichajes invernales han permitido a Claudio Barragán dar un salto de calidad en su idea de juego, especialmente tras la llegada del mediocentro David Sánchez, uno de los jugadores con más clase de la categoría. El ex de la Unión Deportiva Melilla ha dotado al equipo de mucho sentido en la salida de balón, siendo el epicentro de todos los ataques. El Cádiz está apostando por un fútbol de posesión, aunque demasiado lento en ocasiones. Se trata de un conjunto que abre mucho el campo, con los laterales muy arriba y extremos pegados a la cal, buscando encerrar a su rival atrás y así permitir a David Sánchez que disponga de espacio suficiente para construir. Con Cifuentes y Aridane como baluartes defensivos, y Lolo Plá en la mediapunta con mucha llegada, conviene destacar al extremo derecho, Salvi, trabajador y de movimientos sin balón muy peligrosos. El hecho de no tratarse de un partido de su “liga”, permitirá al Linares Deportivo liberarse de esa presión que por momentos parecía ahogarle en los últimos partidos. Sin embargo, para ello necesitará una versión mucho mejor que la mostrada en Sevilla, donde los de Torres pasaron por muchísimos apuros y solo las intervenciones de Lopito evitaron males mayores para los azulillos. Quizá veamos un estilo de juego similar al mostrado frente al San Roque de Lepe, con un Linares más incisivo en la medular, a sabiendas de que el Cádiz sufre si se le encima en la salida de pelota, al intentar siempre iniciar juego por abajo; y buscando salidas rápidas por banda, aprovechando los espacios tras la espaldas de sus laterales, acostumbrados a asentarse muy arriba. Partido bonito para soñar, en un escenario idóneo para intentar dar una sorpresa al Cádiz y una nueva alegría a la afición. La última visita al Ramón de Carranza acabó con victoria local, con un Linares que, al igual que ahora, buscaba la permanencia en la División de Bronce.