Sin opción de fallo como local
Tras el baño de realidad en la visita al Estadio Ramón de Carranza de Cádiz, el Linares Deportivo vuelve a jugar con presión en el Municipal de Linarejos, donde recibe el sábado a otro equipo de su Liga en el Grupo IV de Segunda B. Mucho ha cambiado la Balompédica Linense desde la visita azulilla a La Línea de la Concepción el pasado mes de noviembre. La Balona ha visto como su juego y los resultados han dado un salto cualitativo desde comienzos del nuevo año con la llegada de Manolo Ruiz al banquillo linense. Finalizando una más que tortuosa primera vuelta en puestos de descenso, el conjunto del Campo de Gibraltar comienza a parecerse al equipo que tantas alegrías dio a su afición las temporadas anteriores. El cambio de entrenador ha conllevado algunos matices importantes en el juego, especialmente remarcados por una mayor fiabilidad defensiva y un potenciado juego vertical mediante rápidas transiciones en las que sus jugadores de ataque se sienten muy cómodos. La principal consecuencia de esta evolución ha sido el nuevo rol en que se ha erigido el zurdo Juampe. Comenzó la temporada partiendo desde el extremo izquierdo en el 4/2/3/1, pero Manolo Ruiz se ha decantado por otorgarle total libertad en la mediapunta, consciente de que en el nuevo estilo de juego que propone el equipo, Juampe, por características, debe ser su jugador más determinante para los intereses del equipo. Por delante de él, el Linares volverá a encontrarse con Espinar, delantero que ya le hizo tres tantos en el partido de ida, y cuyo juego aéreo y de choque hizo sufrir muchísimo a la zaga azulilla. Si los de Antonio José García, “Torres”, pueden encontrar un punto débil en la Balona ese es su flanco derecho. No es extraño ver al prominente lateral diestro Palancar doblar al extremo José Ramón en muchas ocasiones, por lo que la opción de contar con Joselu u otro jugador rápido pegado a la banda izquierda, podría ser una baza importante para los mineros, a sabiendas de la poca implicación defensiva del extremo rival. Pinchar supondría dar un paso atrás y perder la renta conseguida tras las últimas victorias. Los partidos a domicilio van a ser muy duros de aquí a final de temporada, así que la salvación pasa por no dejarse puntos en casa. La afición espera mucho del equipo y de su capacidad de reacción. Los jugadores, una jornada más, contarán con el apoyo de sus incondicionales en la grada. A pesar de que el fútbol del Linares fuera de casa no es el esperado, no les faltará el aliento de la grada para un partido de tanta trascendencia como esta.