Simon Yates repite triunfo

Pinot hace sufrir al líder Alaphilippe en una etapa marcada por las estrategia de equipo

22 jul 2019 / 11:46 H.

El ciclista británico Simon Yates, del Mitchelton-Scott, ha ganado este domingo la decimoquinta etapa del Tour de Francia, disputada sobre 185 kilómetros entre Limoux y el inédito puerto montañoso de Prat d’Albis, mientras que el francés Julian Alaphilippe (Deceuninck-Quick Step) ha sufrido para conservar su liderato en la clasificación general.

Yates fraguó su victoria con un estirón, a menos de 35 kilómetros para el final, de entre el gran grupo de escapados que había llevado la iniciativa durante la etapa. El francés Thibaut Pinot (Groupama-FDJ) escoltó al vencedor a solo 33 segundos, gracias a un ataque que provocó sudores a un Alaphilippe que salvó la papeleta.

Las primeras pedaladas del pelotón, tras un recorrido neutralizado de solo 2,4 kilómetros, se vieron pronto incordiadas con varios tirones. Cerca de cumplirse la primera hora de jornada, hubo un corte de hasta 26 corredores y que fue disipado por la “serpiente multicolor”, pero que sirvió de primer aviso para los equipos más amenazados.

El Ineos y el Jumbo-Visma trabajaban en cabeza a buen ritmo, pero alrededor de las 13.30 horas se compuso una fuga peligrosa para el devenir de la clasificación general. En ese grupo figuraban el colombiano Nairo Quintana (Movistar Team), con ganas de revancha tras su mala racha del pasado sábado hacia el Tourmalet.

Junto al “cafetero”, otros hombres a tener vigilados eran el neerlandés Bauke Mollema (Trek-Segafredo), el irlandés Dan Martin (UAE-Team Emirates) y el checho Roman Kreuziger (Dimension Data). Y, tras el paso por el Col de Montségur, los ocho perseguidores se juntaron con los de delante y la escapada pasó a tener 36 ciclistas.

Los rodadores del equipo Deceuninck-Quick Step se vieron beneficiados de casi 30 kilómetros de carreteras amplias, en su objetivo de reducir los 2:30 de desventaja que tenía el pelotón a 114 kilómetros de meta. Mientras, arriba se rompía la fuga y se sucedían los reagrupamientos.

Al tiempo que se luchaba por esprints intermedios de bonificación, el propio Deceuninck-Quick Step informó que el español Enric Mas tenía problemas estomacales y que eso le estaba pasando factura. De tal forma, el décimo en la general y segundo mejor joven se descolgó del pelotón.

En busca de los hombres de arriba, Quintana volvía entonces a sufrir, mientras que su compañero ‘telefónico’ Marc Soler comenzó a marcar el ritmo entre los 20 que habían quedado en esos lugares adelantados justo antes de atravesar el Port de Lers, de primera categoría.

animador. Aún con otros dos puertos por delante, la ‘Grande Boucle’ se había disgregado y en ese lance decidió atacar Mikel Landa. El alavés del Movistar quería resarcirse de no haber logrado premio en el Tourmalet, así que probó fortuna con ese estirón a 40,8 kilómetros de la meta.

A su rueda, se enganchó el danés Jakob Fuglsang (Astana) y construyeron algo de ventaja respecto a sus inmediatos perseguidores, entre los cuales aún no desvelaban sus trucos ni Julian Alaphilippe ni su compatriota Thibaut Pinot, así como tampoco el británico Geraint Thomas (Ineos).

La pelea entre los “gallos” acaparó los focos, pero delante era el alemán Simon Geschke (CCC Team) quien desde el liderato contaba con 30 segundos de renta sobre un grupo de una docena de rivales. Ahí resistían Romain Bardet y Tony Gallopin (AG2R La Mondiale), junto a Sébastien Reichenbach (Groupama-FDJ) y los citados Quintana, Martin y Kreuziger.

En Prat d’Albis, Pinot ocupó el segundo lugar tras hacer bueno su ataque a poca distancia de meta. Con solo 5 kilómetros enfrente, Alaphilippe mostró flaquezas y cedió un timepo valioso; Thomas se colocó ahora a 1:35 del portador del maillot amarillo, habiendo entrado a meta en compañía del neerlandés Steven Kruijswijk. El mejor español del día fue Landa.

Una jiennense anima en el Tourmalet
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Verónica Cano es jiennense de nacimiento y no quiso dejar pasar la oportunidad de disfrutar de una de las citas deportivas más importantes del ciclismo. Así, se desplazó hasta el Tourmalet, un paso montañoso localizado en el centro de los Pirineos franceses, para animar a todos los ciclistas que participan en el Tour de Francia. Presumiendo de tierra y con mucho orgullo, Cano mostró la bandera de Andalucía, para demostrar que, ya sea España o Francia, Jaén siempre está presente.