Quince días
para “enganchar” a los últimos aficionados

Ya van tres partidos de Liga y el “subidón” emocional del comienzo de la temporada se va enfriando. Y en Linarejos temen ese momento. Por eso, el club quiere relanzar la campaña de abonados y enganchar a los que todavía no se han subido al “carro” del Linares, una ardua tarea que tiene a los responsables azulillos “estrujándose” los sesos para idear una campaña tan agresiva como potente. “La afición es el activo más importante de este equipo y sin su apoyo no somos nada”, asegura Jesús Medina, presidente de la entidad. Quedan dos semanas para el final de la temporada de abonos y la directiva quiere aprovechar al máximo estos quince días.

Las cifras actuales están parejas con las del año pasado. En unos días se rebasarán los 2.100 abonados, 200 menos que el pasado septiembre. Sin embargo, la anterior campaña contó con el aliciente de que el Linares volvía a Segunda División B, por lo que había una ilusión “extra” para motivar a los aficionados. Aunque este mes de julio fue sensacional y se hicieron muchos abonos, la directiva no esconde su decepción con el enorme parón de agosto y septiembre, más grande de lo esperado. Pese a eso, el club sabe que ha cumplido el objetivo principal, superar los 2.000 abonados, aunque espera cerrar la campaña tan fuerte como la empezó. “Ahora el equipo está jugando bien y si damos buena imagen este fin de semana contra el Sanluqueño estamos seguros de que los que se lo están pensando se engancharán”, asegura Medina.

La obsesión por incrementar los abonados obedece a una importante razón. El Linares necesita dinero como agua de mayo y actualmente su única fuente de ingresos son los abonos. Pese al enorme esfuerzo realizado por Lasarte, que cumplió con los duros objetivos económicos al confeccionar la plantilla de este año, los azulillos siguen faltos de liquidez. “El año pasado tuvimos 27.000 euros por participar en la Copa del Rey —que este año no tienen— y comenzamos la temporada con un superávit de 30.000, y pese a eso al acabar en junio teníamos un déficit de 38.000 euros”, explica el presidente. Por eso, la directiva se anda con pies de plomo, pues si bien las cuentas cuadran a día de hoy, nadie puede asegurar que algún imprevisto dé al traste con el balance. Y para eso, la mejor medicina es la afición.