“Mi cuerpo me ha mandado una señal y me he retirado”

Manu del Moral pone fin a una excelente trayectoria con dos finales de Copa y una internacionalidad

26 sep 2019 / 11:14 H.

En un campo de albero como el Sebastián Barajas, con sabor añejo, de los de la copa de coñac, café y bocadillo, dio sus primeros pasos y celebró sus primeros goles como jugador. La mayoría de ellos quedaron inmortalizados debido a que su padre los grabó en una cámara de vídeo que tiene horas de partidos de un niño que se convirtió en hombre Manuel del Moral Fernández, “Manu del Moral”, se retira del fútbol. ¿El motivo? “Mi cuerpo me ha mandado una señal y me ha sucedido lo mismo que a Fernando Torres. Quería estar cerca de la familia después de unas campañas en las que he militado en clubes que están muy lejos de Motril”, asegura a Diario JAÉN. Ofertas del fútbol extranjero no le han faltado, del Fuenlabrada de Segunda A y de clubes importantes de Segunda B con opciones ambiciosas.

A sus 35 años ha dicho basta y pone punto final a una carrera en la que llegó a la élite. Atlético de Madrid, Getafe y Sevilla son clubes que marcaron su trayectoria. Con los rojiblancos debutó en Primera División, el 22 de diciembre de 2005 en el campo del Osasuna, con el Getafe brilló durante cinco temporadas en Primera División, y el con el Sevilla alcanzó su máxima cota goleadora en un año.

Manu mira atrás con nostalgia y recuerda los partidos en la Federación con la Escuela Municipal de Jaén, con Ismael Almazán, Paco Badillo e Higinio Vilches, un técnico que le marcó y que le dio sabios consejos de una persona que ha conocido la cara alegre y la triste del fútbol. Vivió una etapa de éxitos con Tete Badillo, Domingo, Alberto Cobo, Rubén Raya, Dani Martínez Juanma Espinosa, entre otros. E incluso ganó con la selección alevín el primer Campeonato de Andalucía con Alfonso López Simarro como entrenador.

Con una maleta repleta de ilusiones y consejos fichó por el Atlético de Madrid después de casi tener cerrado su fichaje por el FC Barcelona, el equipo de su niñez. La mediación final de Vilches resultó clave, ya que se lo recomendó a Antonio Seseña. Era 2001 y ahí empezó una carrera de fondo para llegar a Primera División en el club que preside Jesús Gil. Su progresión resultó meteórica en unas categorías inferiores rojiblancas en las que emergió como un cohete un niño de Fuenlabrada llamado Fernando Torres. Manu cumplió sus etapas y fue uno de los líderes del equipo cadete, juvenil y en el filial. La cesión al Recreativo de Huelva, en Segunda A, le permitió conocer las vivencias de una categoría profesional antesala de la Liga de las estrellas. El jugador ya había sido subcampeón del mundo sub 20 en 2003, aunque el momento más esperado llegó una noche fría de invierno. Regresó al Atlético de Madrid y el 22 de diciembre de 2005 es una fecha que nunca olvidará. El argentino Carlos Bianchi le hizo debutar en el Estadio El Sadar de Pamplona ante el Osasuna con derrota por 2-1. El técnico fue destituido y Pepe Murcia, su sustituto, lo alineó cuatro partidos más en una etapa convulsa de los atléticos. “El Atlético es un club que te marca por su idiosincrasia y su historia. Debutar en Primera fue cumplir un sueño y una recompensa al trabajo individual y al esfuerzo de mi familias”, apunta.

El año 2006 fue clave para Manu. Fue traspasado al Getafe en una apuesta por la juventud del presidente Ángel Torres. En este club se convirtió en un ídolo y se ganó la titularidad con entrenadores con un brillante pasado futbolístico como Schuster, Laudrup, Víctor Muñoz o Míchel. Manu estuvo cinco temporadas y tomó el relevó goleador de Roberto Soldado y Güiza. Treinta y nueve goles, dos finales de la Copa del Rey, perdidas ante el Sevilla y el Valencia, y dos presencias en la Europa League, marcan un quinquenio brillante con goles a los grandes. Fue testigo en el campo del gol maradoniano de Leo Messi al Getafe en la Copa del Rey. “Creo que fui el único de mi equipo que no regateó, porque estaba con Puyol y Márquez en defensa”, asegura, al tiempo que participó en la goleada (4-0) al FC Barcelona que clasificó al Getafe para su primera final de la Copa del Rey.

Su gran estado de forma tuvo una recompensa que nunca olvidará. Vicente del Bosque le hizo debutar con la selección española el 7 de junio de 2011 en el segundo tiempo del amistoso frente a Venezuela (0-3) en sustitución de David Villa. Fue un mes excelente al anunciarse su traspaso al Sevilla FC por unos 4,5 millones de euros. El jiennense llegó a un club importante y de la mano de Monchi, considerado uno de los directores deportivos con más prestigio del mundo. Su primera campaña, la 2011/2012, fue positiva y marcó 10 goles, su mejor cifra de siempre en Primera. En la segunda y última marcó 3, porque después fue cedido al Elche y al Éibar, donde cumplió pero ahí empezó el calvario con las lesiones. En el club guipuzcoano cerró una fructífera etapa en Primera División, pero empezó otra en Segunda en la que dejó patente su calidad y experiencia en el Real Valladolid, dos años en el Numancia, en el que fue el máximo goleador, y un epílogo la última campaña en el Nástic y el Majadahonda. En el campo del Cerro del Espino empezó su carrera a la élite y ahí terminó su etapa profesional de un jugador honesto, comprometido y con calidad. Solo le quedó vestir la camiseta blanca del Real Jaén. Solo lo hizo en contadas ocasiones en la categoría cadete. “Fue una lástima, pero así es el fútbol”. ¿Quién sabe si en un futuro desempeñará algún cargo técnico o ejecutivo? Ultima su preparación y ya tiene el título de director deportivo y cuenta con varios niveles de técnico, porque el fútbol es la pasión del niño que empezó a darle patadas al balón en el barrio de San Felipe y que terminó en Primera.