Lucía Aguayo marca el futuro

Es una de las grandes esperanzas del CTM Linares, club con el que ya ha debutado en la División de Honor

30 ene 2016 / 10:49 H.

Ver jugar a Lucía Aguayo es un auténtico placer. Mueve sus piernas a la misma velocidad con la que golpea la bola. Todo en ella está sincronizado. Su juego es producto de horas y horas de entrenamiento con Almudena Roldán, la directora técnica del CTM Linares, club al que llegó Lucía cuando solo tenía siete años. Fue su tía Eva Ruiz, exjugadora del equipo, quien la introdujo en el mundo del tenis de mesa.

A sus 11 años, es una de las principales promesas del CTM Linares, considerado el mejor club de cantera de España. Lucía Aguayo ya sabe lo que es subir a lo más alto del podio. Lo hizo en el campeonato estatal, cuando se proclamó campeona en dobles, junto con su compañera y mejor amiga, Cristina Prieto. También se colgó la medalla de bronce en la competición por equipos. Dos éxitos que le valieron para subir al conjunto de División de Honor, donde comparte vestuario otras joyas de la cantera, como las hermanas Isabel y Cristina Rodríguez.

Lucía Aguayo se siente una privilegiada por formar parte del club de formación con más potencial del país. “Estoy muy contenta por jugar al lado de algunas de las mejores. Mi objetivo es seguir aprendiendo y progresando. No me marca ningún reto por ahora”, asegura. La prometedora palista linarense disfruta en la pista con cada efecto que le da a la bola con la pala.

Como cualquier canterana, su sueño es competir, en el futuro, en el equipo de Superdivisión y jugar en Europa. Una meta que con sacrificio y trabajo seguro lo conseguirá. Su entrenadora lo tiene claro: “Es una niña muy trabajadora, que absorbe rápidamente los conceptos y con un gran futuro por delante. Estamos muy orgullosos de ella”, subraya Almudena Muñoz.

Irreductible. Detrás de una niña tímida, se esconde toda una guerrera que da lo mejor de sí misma en cada partido. Nunca se da por vencida. Esa es quizá una de sus mayores cualidades, al margen de las condiciones técnicas y físicas más que sobresalientes para su edad.

Lo cierto es que la escuela de palistas que ha logrado conformar el CTM Linares en las dos últimas décadas es digno de elogio. El presidente, Esteban Rodríguez, está orgulloso de la labor de los jugadores, monitores y técnicos que componen la estructura de la entidad. “Más no podemos pedir. En solo unos años hemos puesto a jugar al tenis de mesa a más de cien niños de la ciudad y de la comarca, en una provincia que no tiene tanta tradición como otras”, destaca el responsable, quien ve a Lucía Aguayo como una de las grandes esperanzas del club para garantizar el futuro.