Torres llega a un acuerdo y facilita la llegada de Miguel Rivera

Antonio José García, “Torres”, está a pocas horas de dejar de ser, de manera oficial, el entrenador del Linares, tras cinco temporadas y media en el cargo. El técnico local llegó a un acuerdo con el presidente, Jesús Medina, para rescindir su contrato y poder, de esta forma, facilitar la contratación de Miguel Rivera como responsable del banquillo linarense para la próxima temporada. Torres firmará hoy el finiquito con el que pone fin a una de las etapas más brillantes de la historia reciente del club azulillo, con tres ascensos casi consecutivos, un título de Liga, una Copa Subdelegado y la clasificación para las semifinales de la Copa Federación. Asegura que su propósito, desde el comienzo de las negociaciones, fue el de llegar a un entendimiento con la entidad y subraya que en ningún momento se ha movido por pretensiones económicas, sino todo lo contrario, por el bien del club. “Soy un hombre de la casa y lo único que deseo es lo mejor para el Linares”, asegura Torres, quien la pasada temporada se redujo parte del sueldo con el fin de ayudar a la entidad azulilla.

Una vez estampe su firma en el documento que lo desvincula del Linares, Miguel Rivera hará lo propio pero en el que le unirá a la entidad linarense la próxima temporada, en lo que será su tercera etapa en Linarejos. Con la llegada del entrenador malagueño, los trámites para la contratación de futbolistas se acelerarán, así como la renovación de los jugadores de la pasada temporada que interesan, como el central Álvaro Vega y el mediocentro David Gámiz. También se hablará con otros futbolistas cuyo futuro puede seguir ligado a la institución, algo que, a buen seguro, será acogido con enorme agrado por la afición. Son los casos del capitán Francisco Pérez Pérez, “Chico”, y el delantero granadino Rafa Payán. Por el contrario, antes de que acabe la semana se comunicarán las bajas para, de este modo, empezar la planificación de la plantilla.

Homenaje. La despedida de Torres del club en el que se formó como futbolista y en el que dio sus primeros pasos como entrenador será especial. La junta directiva quiere agradecer de una manera personal todo lo que ha hecho por el equipo en estos cinco años y medio, en los que ha conseguido más que ningún otro técnico en la historia azulilla. Hijo del mítico delantero Torres, máximo realizador del Linares en Segunda División A, se marcha con el deber cumplido y con el cariño de la grada de Linarejos. Estadio al que seguirá acudiendo, pero, a partir del curso que viene, como un hincha más. Todo el mundo coincide en la ciudad en que Torres debe irse por la puerta grande por su amor al escudo y a los valores que representa el club minero.