Preocupación por el pobre juego del equipo fuera de casa
La mala imagen ofrecida en los últimos desplazamientos enciende las alarmas en la afición
Falta de personalidad, sin estilo de juego y bajo rendimiento de determinados futbolistas. Son los alarmantes síntomas que presenta el Linares en el momento más trascendental de la temporada. La derrota en Cádiz ha sentado muy mal en un sector de la grada, no tanto por la pérdida de los puntos en sí —más que previsible, por otro lado, dada la enorme diferencia clasificatoria y de presupuesto entre ambos equipos—, sino por el pobre juego desplegado por el equipo en el Ramón de Carranza, donde fue un juguete roto en manos del conjunto de Claudio Barragán. El resultado fue, además, corto. El Cádiz mereció ganar por una diferencia mucho más amplia. El problema es que lo sucedido en la Tacita de Plata no es un hecho aislado. Ocurrió algo similar, una semana antes, en la Ciudad Deportiva Luis del Sol, pese a ganar, y, a mediados de febrero, en el Francisco Artés Carrasco de Lorca, por poner solo estos ejemplos. El Linares no encuentra su estilo de juego. No hay engaño, los hombres de Antonio José García, “Torres”, desaparecen antes, incluso, de saltar al campo cuando juegan lejos de Linarejos. Se muestra como un colectivo perdido, sin rumbo, ni espíritu en el césped, sobre todo durante la primera mitad. En el Carranza los jugadores azulillos parecía que no habían comparecido al partido, puesto que los pases no llegaban y la falta de confianza entre ellos era más que evidente. Inexistente en ataque e impreciso en defensa, el pasado sábado, el cuadro azulillo solo reaccionó en la recta final del encuentro, cuando la diferencia en el electrónico era insalvable y demasiado tarde para inquietar a un Cádiz tremendamente superior.
Al Linares le hace falta un líder en el centro del campo y futbolistas que asuman la responsabilidad. No se trata de un problema de acoplamiento del equipo, ya que en Cádiz jugaron en el once titular hasta diez futbolistas que ya defendieron la camiseta azulilla la pasada temporada. El equipo parece cansado, sin chispa, sin motivación. Un buen número de aficionados ha expresado, a través de las redes sociales, su malestar con la dinámica negativa de juego que proyecta el equipo en sus desplazamientos.
El retorno, el próximo sábado, al Municipal de Linarejos es el único motivo que invita al optimismo. La afición, pese a los reveses de esta temporada, mantiene la confianza en el cuerpo técnico y en el plantel. El vestuario debe devolver ese cariño con más compromiso. Se espera mucho más jugadores clave en la plantilla. Quedan nueve partidos por delante —incluido el aplazado ante el Melilla— para salvar la categoría que tanto ha costado lograr. Ánimo de la afición no le faltará, como queda patente cada domingo en casa o fuera. Hasta Cádiz se desplazaron más de ciento cincuenta seguidores.
El Linares y la Balompédica Linense acordaron adelantar el partido correspondiente a la trigésimo primera jornada de Liga a la tarde-noche del próximo sábado paran no coincidir con las procesiones del Domingo de Resurrección y, sobre todo, porque el conjunto azulillo juega el miércoles, día 30, el partido aplazado con la Unión Deportiva Melilla en el Estadio Álvarez Claro. El choque frente a los linenses comenzará a las ocho y media de la tarde.
Los 32 tantos anotados por el Linares Deportivo en los 30 partidos de Liga que ha disputado en el Grupo IV de Segunda B —tiene uno pendiente ante el Melilla — están muy repartidos. Hasta catorce jugadores han visto puerta esta temporada. El máximo goleador del equipo es Rafa Payán con ocho tantos. Le sigue con cuatro Juanfran. Con tres están Corpas y Joselu, curiosamente este ha marcado en las tres últimas jornadas. Lara y Salinas han anotado dos dianas, mientras que con una se encuentran Álvaro Vega, Rosales, Javi Quesada, Rodri, Carles, Fran Fernández y Kike Boula.
El club continúa con las labores de mejora de las funciones del videomarcador. La directiva informa, a través de su cuenta oficial de Twitter, del software definitivo en el aparato con el fin de que se vea, durante el partido, el tiempo de juego y otros avances. El videomarcador, el primero que se instala en el Municipal de Linarejos desde su construcción hace sesenta años, está dentro de la importante remodelación que ha sufrido el estadio desde el pasado verano. Su financiación ha sido gracias a la aportación recibida por el Ayuntamiento y la Diputación Provincial. La entidad también ha aportado una cantidad para su adquisición.