Equipo con recursos y calidad

El Linares luce galones de conjunto imperial en 29 partidos jugados

18 may 2020 / 11:48 H.
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La estadística es demoledora y demuestra su condición de campeón con los 75 puntos sumados en las 29 jornadas disputadas con 24 victorias, 3 empates y solo 2 derrotas. El Linares Deportivo es un conjunto con mayúsculas y una jerarquía tanto fuera como dentro del terreno de juego. Su entrenador, Juan Arsenal, aprovechó los recursos de una plantilla que se caracteriza por la calidad, el compromiso y la experiencia. La estabilidad y la planificación de la dirección deportiva influyó en unos resultados destacados. Ahora solo falta la guinda del ascenso y se está a la expectativa del play off express.

Razak fue el guardameta habitual bajo palos y rindió a un nivel muy alto. Seguro en el juego aéreo y solvente en los mano a mano, fue un muro en las pocas ocasiones por partido en las que los rivales llegan a sus inmediaciones. Capaz de intimidar al delantero oponente con su físico y valiente en la toma de decisiones. Por su parte, Samu contó con menos oportunidades. pero siempre cumplió.

A principio de temporada, el equipo pareció coquetear con la defensa de cuatro, pero el choque de Copa ante el Girona terminó por recuperar el esquema de tres centrales. Rosales, Anaba y Josema completaron su segunda temporada como trío defensivo y su compenetración es más que evidente. Se entienden de maravilla. Y sí el curso pasado fue Rosales el más destacado, quizá en esta sea justo repartir el mérito entre sus dos compañeros, que brillaron a un nivel tremendo. Anaba creció en cuanto a colocación, mientras que Josema, durante la baja de Rosales, se erigió como líder.

Miguelito, Chinchilla y Dani Espejo fueron vitales para dar profundidad y amplitud al sistema minero. En la derecha, Chinchilla fue capaz de mirar de tú a tú a Miguelito hasta el punto de disputarle la titularidad en varios tramos de temporada. Es un comodín que cualquier entrenador querría en su plantilla, pues es capaz de jugar y rendir en casi cualquier posición del campo. Por su parte, Dani Espejo completó una temporada más alejada de problemas físicos y consiguió ser, probablemente, el más destacado de los tres.

La marcha de Pablo Ortiz la suplió el Linares con la llegada de José Cervera y su fichaje fue todo un acierto. Máximo asistente del equipo y vital para ayudar a Rodri en la gestión del juego azulillo. Su golpeo de balón, exquisito. Y todo ello sin ser un titular afianzado. Por su parte, Lara y Rodri mantuvieron el nivel habitual y es una pareja que se complementa, que no se pisa y sabe en todo momento su rol en el césped. Rodri, en la madurez futbolística de los 30 años, continúa como el arquitecto del fútbol azulillo mientras que Fran Lara mostró su versión más ofensiva y llegadora.

Isra Cano comenzó la temporada como una bala. El canterano fue la gran nota positiva de un inicio de campaña algo espeso en cuanto al juego colectivo, no así en cuanto a resultados, pero que él compensó con una jerarquía y determinación impropia de su edad. Algunas molestias físicas y la paulatina puesta a punto de Fran Carnicer le alejaron de las portadas, pero es cierto que, una vez que el ex del Mirandés recuperó el ritmo, su concurso fue notable. Su llegada fue un salto de calidad y saber estar en la plantilla azulilla.

Seguramente sea la posición menos benévola con los futbolistas en el esquema de Juan Arsenal. Pablo Siles y Alan mostraron un rendimiento asimétrico. Pablo comenzó como el revulsivo más eficaz de los dos y, aun saliendo desde el banquillo, fue una pieza destacada a inicio de temporada como extremo que da amplitud y desborde. Sin embargo, la apuesta por el esquema de tres centrales acabó por pedir algo distinto a ambos y ahí Alan, partiendo desde la izquierda a pie cambiado, ya fuera como carrilero o como puntual atacante, logró goles en momentos importantes.

Si la temporada pasada la delantera, a excepción de Chendo, fue la línea que menos rindió, en esta las cosas cambiaron. Chendo se mantuvo como “pichichi” y arriba encontró junto a Aguilar, que fue de menos a más, una pareja de lo más equilibrada. Iván se descuelga más, tira más apoyos tanto por dentro como por banda y eso permitió a Chendo lucir. Grasa fue de más a menos. Empezó como el más acertado, pero la lesión le frenó y tras su vuelta Arsenal cada vez le dio más minutos.

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