El líder no ofrece concesiones

El Linares igualó ayer por la tarde la racha de siete victorias consecutivas cosechadas en la temporada del ascenso 2014-15 cuando Torres entrenaba al equipo. Ante un Poli Almería muy timorato en la primera mitad y que solo en ciertos tramos de la segunda se asomó a la meta de Razak, los de Juan Arsenal se llevaron los tres puntos en un encuentro de dos caras. La primera se vio desde el pitido inicial hasta el descanso, y en ella el Linares jugó a un nivel bastante alto. El míster local dio descanso a ciertos jugadores y tiró de rotaciones para mantener a toda la plantilla enchufada.

Así, abandonó el esquema habitual y apostó por un 4-3-3 que juntó, como novedades, a José Siles como pareja de Josema atrás, a Cervera acompañando a Lara por delante de Rodri y a Pablo Siles como extremo diestro. Con circulaciones muy fluidas, combinaciones de mucha técnica y un ritmo de juego alto, los mineros amarraron a su oponente cerca de su área y solo la falta de acierto les privó de un resultado más alto. Josema por partida doble –con un disparo lejano y un remate en un córner, Miguelito con un disparo dentro del área, Fran Lara en un cabezazo al larguero e Iván Aguilar en un mano a meno pudieron hacer el 1-0 antes pero fue finalmente Grasa en el minuto 39 el que abrió la lata. El Linares robó en una transición rival y Dani Espejo, descolgado en zona de mediapunta, asistió a Joan dentro del área. El delantero, tras marcharse de su marca con una finta, cruzó la pelota al palo largo lejos del alcance del meta almeriense.

En el plano individual, fue Iván Aguilar el hombre que más ventajas generó para los suyos. Con Grasa y Siles partido de los extremos, él fue el hombre que más juego interior dio con sus movimientos de apoyo. Su finura en cada toque al primer toque para devolver paredes a sus compañeros fue el recurso sobre el que los azulillos edificaron cada acción de ataque. Estuvo preciso e incisivo en todo momento. Tras el paso por vestuarios el choque viró, en parte, debido a dos aspectos.

Primero, el Linares bajó físicamente fruto del ritmo alto del primer tiempo, además, de que el césped irregular fue un lastre en cuanto el choque avanzó. Y en segundo lugar, el hecho de que el Poli Almería no estuviese excesivamente decidido a subir líneas hizo que los mineros tuvieran excusa para bajar en intenciones. El partido bajó revoluciones y entró en una fase algo espesa que Arsenal, como posteriormente diría en rueda de prensa, intentó solventar con los cambios. Alan, Chendo y Carnicer entraron al campo y, ciertamente, mejoraron el colectivo. Chendo e Iván Aguilar tuvieron manos a mano para irse con goles en la mochila y Alan metió algo de verticalidad por fuera. Por su parte, el que subió un escalón respecto al resto fue José Cervera, que completó un partido muy completo en la gestión de la pelota y asomándose a la frontal para imprimir veneno en los metros finales. Y en el 78’, Fran Carnicer botó una falta lateral que aprovechó Josema para rematar con la pierna izquierda al fondo de las mallas. Los minutos de partido fueron un simple pasar del tiempo en el que el Linares amansó el partido con la pelota pero con demasiada falta de tensión, lo cual permitió al Poli Almería asomarse al área rival en ciertos momentos. Avisó previamente con dos llegadas consecutivas sin premio para, finalmente, hacer el 2-1 en el minuto 92. Un fallo en salida de pelota azulilla desembocó en una gran definición dentro del área de un Kevin que fue, de largo, el nombre propio de su equipo en Linarejos. La única arma que tuvieron los suyos en las pocas veces que salieron desde atrás fue fruto de su desborde. Victoria por 2-1 y sensaciones de que este Linares no necesita jugar su mejor fútbol para ser muy superior a su rival.

La próxima jornada, en Huétor Vega, tendrán los de Juan Arsenal la posibilidad de hacer la mejor marca de victorias consecutivas en un inicio liguero.