Las mil y una noches en Serbia

Vive el segundo capítulo del cuento de las mil y una noches después de tener un papel estelar hace dos años con la selección de Bharein en el cargo de segundo entrenador y preparador físico de la selección de balonmano de ese país. Manuel Ortega repite ahora la secuencia con Arabia Saudí, que prepara el Campeonato de Asia que se disputará a mitad del mes de enero en Corea del Sur. El jiennense vuelve a formar un perfecto equipo con Fernando Barbeito, con el que ya coincidió en 2015 con Bharein. “La experiencia de hacer dos cursos nos fue muy bien y terminamos segundos y solo cedimos ante el potente equipo de Catar. Ahora afrontamos el mismo reto y buscamos el éxito con Arabia”, asegura Ortega desde Serbia. El cuadro técnico no ha dejado nada a la improvisación y en Belgrado tienen establecido el cuartel general de una concentración que empezó antes de Navidad. La estadía termina el 7 de enero después de haber jugado amistosos contra Serbia, Argelia, Macedonia y Bosnia, además de clubes de la zona. Arabia Saudí acredita tres terceros después de conseguir el bronce en 2002, 2008 y 2012, en este último año haciendo las funciones de organizador. La selección de Fernando Barbeito y Manuel Ortega está encuadrada en el grupo D con Catar, China y Nueva Zelanda, en un torneo que empezará el día 18. El técnico nacido en Jaén admite las dificultades que presentarán los rivales. “Son conjuntos con buenos jugadores que nos pondrán las codas difíciles, pero nosotros confiamos en nuestro potencial y el primer objetivo es salvar la primera fase”, anuncia. Ortega explica que no dudó cuando Barbeito le ofreció ser segundo técnico de Arabia Saudí, pese a estar ejerciendo como entrenador del BM Aguilar de Córdoba de Primera División. “Tengo un acuerdo con mi club por si surgía alguna oferta de este tipo. Estar al lado de Fernando te permite conocer el deporte y el balonmano con profundidad”, destaca. Tiene 40 años y e hijo de Manuel Ortega Cáceres, una de las personas que más ha trabajado por el deporte en la provincia, fue uno de los fundadores del GAB Jaén. “En este club me hice como persona y deportista. Viví momentos únicos y conocí a una serie de personas que me inculcaron una serie de valores importantes, como la solidaridad, el compañerismo, el esfuerzo o el trabajo en equipo”, recuerda. Jugaba en la demarcación de portero y fue uno de los jugadores más jóvenes que se incorporó al proyecto. Ha sido también preparador físico del Ángel Ximénez de Puente Genil (Córdoba), club de la Asobal en el que coincidió con Barbeito, y técnico de equipos de categoría inferiores.