La Roja logra una victoria que le mantiene invicta

    08 jun 2019 / 11:51 H.

    La selección española de fútbol suma y sigue en un su camino hacia la Eurocopa del próximo año después de derrotar a las Islas Feroe (1-4) en un cómodo partido para La Roja que lidera su grupo con pleno de victorias, gracias a un buen arranque que anestesió desde muy pronto a la débil selección que ejerció de anfitriona. El equipo de Luis Enrique, dirigido por Robert Moreno dada la ausencia del técnico asturiano, no tuvo problemas en conquistar su tercer triunfo en tres partidos. Este viernes apenas tuvo resistencia con las Islas Feroe, un equipo pseudo-amateur que hincó la rodilla en apenas cinco minutos, cuando Sergio Ramos reclamó todos los focos con un gol de cabeza. El capitán de la selección —que llevaba casi un mes sin jugar— marcó en un córner con un testarazo de los suyos. El impacto supuso, además, una celebración especial para el camero, que este viernes se convirtió en el jugador -a nivel mundial- que más triunfos acumula con la camiseta de su país. Un gol que condenó las pocas opciones de los locales.

    Ramos volvió a intentarlo al cuarto de hora en una subida inesperada, pero fue su paisano Jesús Navas quién logró el 0-2 para tranquilidad del banquillo español. El de Los Palacios recibió un gran pase de Iago Aspas y marcó con un derechazo cruzado de muchos quilates. Navas sacó tajada del gran movimiento de Isco, que arrastró hasta tres defensores. El centrocampista del Madrid estuvo a un buen nivel —pese al extraño curso en Chamartín— y volvió a configurarse como brújula de la selección. Él fue el responsable del tercer tanto de la noche con un disparo arqueado desde el flanco izquierdo. El malagueño estrelló el cuero en el poste, pero el rechace terminó en la espalda del portero feroés y supuso el 1-3. Cuatro minutos antes, en una de las pocas acciones en ataque del equipo de Lars Olsen, llegó el gol de los nórdicos en un cabezazo de Faeroe que desvió la puntera de Klaemint Olsen a escasos centímetros de la línea de portería. La diana sirvió para alimentar la ilusión del público local, pero no para cambiar el decorado del encuentro. En la segunda mitad —y con todo decidido—, España fue a menos, optó por controlar más el balón y—sobre todo— minimizar riegos en el manido césped artificial del estadio de Tórsvollur. Nadie se lesionó y la Roja todavía encontró el camino para marcar un cuarto gol. En esta ocasión llevó la firma de Gayá en una acción sensacional. El lateral del Valencia besó las redes con un remate con el exterior tras un pase sensacional de Marco Asensio, que fue encontrando las sensaciones en la media hora que dispuso. Kepa no tuvo trabajo y España fue al trantán en un partido sin más alicientes que el debut del sevillano Fabián.