La Real Sociedad acaba con el sueño del modesto Mirandés

Regresa a una final de Copa después de 32 años

05 mar 2020 / 08:42 H.
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La Real Sociedad avanzó a la final de la Copa del Rey al superar (0-1) al Mirandés en la vuelta de semifinales celebrada en Anduva, campo inexpugnable que buscaba llevar a un Segunda División a la pelea por el título que tendrá al cuadro donostiarra 32 años después.

Los de Imanol Alguacil no dieron pie a la sorpresa y asaltaron el campo de Miranda de Ebro con un gol de Mikel Oyarzabal de penalti a cuatro minutos del descanso. La Real fue mejor y generó mucho peligro con el extremo internacional español y con Januzaj por la otra banda, mientras que los locales apenas se encontraron en su fútbol. La Real, campeón del torneo en 1909 y 1987, buscará su tercer título 32 años después de la final que perdieron contra el Barça, ante el Athletic Club o el Granada en el Estadio de La Cartuja de Sevilla. Desde el 2-1 en la ida, la Real tenía en su mano el pase, que no vio peligrar, sin sufrir los peligros de Anduva. Un campo invicto desde agosto, donde los de Andoni Iraola despacharon a tres Primeras en un juego eléctrico y efectivo. La Real evitó las contras del rival y Oyarzabal y Januzaj abrieron sendas autopistas. También Willian Jose, sorpresa en el once por Isak, probó con disparo desde la frontal cuando el cuadro local se estiró. A balón parado fue el peligro de un Mirandés que antes del descanso sufrió el mazazo por una mano de Malsa. Con el gol de Oyarzabal se fueron al descanso y con un remate de Januzaj al larguero comenzó la segunda parte. Guridi tuvo una doble ocasión para los de Iraola, pero la Real manejó mejor la posesión para tener un buen tramo tranquilo. A veinte minutos del final, el Mirandés apretó, obligado a marcar para tener opciones y Matheus remató flojo de cabeza un centro de Franquesa Alguacil metió en el campo otra amenaza como Isak y el delantersueco cumplió de entrada con una gran carrera que dejó la sentencia atrás para Oyarzabal. Odegaard y Merino entraron más en juego, en un dominio que anuló la temible versión del Mirandés.

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