La historia cambió en solo 7 minutos

La línea que separa al éxito del fracaso es tan delgada que se puede romper en cualquier momento. En el fútbol un resultado puede variar en cuestión de segundos, por medio de una jugada, un lanzamiento de penalti o una acción de estrategia. La historia del Real Jaén registra en sus últimos treinta y cinco años éxitos y fracasos inesperados por la forma de producirse. Es un colectivo que vive de forma permanente en el alambre. Los dos últimos ascensos a Segunda División llegaron en gestas consideradas como milagros deportivos. Ante el Ourense, en 1999, los blancos vencieron por 0-1, gol conseguido por Jesús Sierra de penalti, después de un partido espléndido de José Esteban Yepes. El equipo tuvo que esperar más de media hora en Ocouto para conocer el resultado del Torrelavega-Gramanet. Los cántabros—entrenados por Carlos Terrazas— se quedaron a un gol de fastidiar la fiesta del conjunto blanco.

El otro éxito con sufrimiento llegó el 30 de junio de 2013. El Real Jaén regresó al fútbol profesional con el empate a cero contra el Huracán. Los blancos obtuvieron la recompensa después de empatar todos sus partidos. Santi Villa malogró un penalti en la prolongación y en la útima jugada el malagueño Raúl Gaitán salvó un gol cantado tras un lanzamiento de Fabiani. Ahí se produjo la última manifestación de júbilo de los seguidores blancos. ¿Cuando ocurrió la última decepción? El 7 de junio de 2014 ya figura en las fechas negras de un club con 94 años de historia. La Victoria era una caldera con 12.000 seguidores y el único resultado que valía era la victoria y la combinación de otros marcadores. El hispanohondureño Jona marcó el 1-0 en el comienzo del segundo periodo. El Real Jaén no supo cerrar el resultado y los últimos siete minutos fueron un carrusel con sensaciones dramáticas. Los vitorianos marcaron dos dianas— Juanma y Mauro Quiroga— y se situaron con 1-2, Fran Machado empató, pero Guzmán decidió con un gol en la prolongación y condenó al descenso a los blancos. La situación ha cambiado de forma radical en dos años y medio. El Real Jaén está en el furgón de cola de Segunda B y con un futuro complicado por su crisis económica. El Deportivo Alavés vive días de vino y rosas. Milita en Primera División y consiguió una histórica clasificación para la final de la Copa del Rey. De salvarse en La Victoria a jugar contra el Barcelona de Iniesta, Messi, Neymar, Piqué o Jordi Alba. Hasta su héroe tiene pasado blanco. Edgar Antonio Méndez Ortega no estuvo en la triste tarde de junio, porque se marchó en el mercado de invierno al Tenerife después de jugar 19 encuentros (tres de titular) con la camiseta blanca. No marcó ningún gol y fue amonestado en tres ocasiones. De no entrar en los planes de Manolo Herrero a marcar el tanto contra el Celta de Vigo. La vida cambió en solo 7 minutos. El Real Jaén bajó al infierno deportivo y el Alavés sobrevivió y ahora está en el Olimpo del fútbol.