Jonathan Rosales se retira del fútbol

Coraje, entrega, sacrificio, humildad y valentía. Son adjetivos que definen a la perfección a Jonathan Rosales, capitán de Linares Deportivo que en la mañana dejaba de ser jugador de fútbol. El jugador lo anunció en Linarejos acompañado de Jesús Medina, presidente de la entidad, y Miguel Linares, director deportivo. Rosales, ahora, pasa a ser ayudante técnico del equipo. Esta era la carta con la que se despedía:

“Hay veces en la vida en las que uno tiene que tomar decisiones. Decisiones que aun sabiendo que son inevitables, te duelen en el corazón.

Siempre me he considerado un afortunado de poder hacer de mi hobbie, mi trabajo. Un trabajo que todos sabemos que tiene una fecha de caducidad, en mi caso más corta de la que esperaba y quería.

Hoy, 18 de septiembre de 2020 anuncio que cuelgo las botas.

Lo hago con la satisfacción de hacerlo en el mejor sitio, dejando al equipo en la categoría que mínimamente merece estar. Han sido muchos años, muchas vivencias, alguna que otra decepción y muchas más alegrías.

Toda mi carrera he intentado dar lo mejor de mi desde el respeto y la deportividad. Siempre he querido que no se me recordase como un gran jugador, si no como una buena persona.

Gracias a todos y cada uno de los clubes en los que he tenido la suerte de estar. Gracias a toda la gente que me he encontrado en este mundo, sin duda es lo mejor que me llevo de él. Gracias compañeros, porque todos me habéis enseñado algo y me llevo grandes amistades para toda la vida.

Gracias a ti Linares. Gracias al club por confiar en mí siempre y por darme absolutamente todo. Gracias a su afición, mi afición, por hacerme sentir tan querido. Gracias linarenses por acogerme a mí y a mi familia como uno más. Siempre llevaré Linares en lo más profundo de mi corazón.

Gracias especialmente a mi familia. Gracias papá y mamá, por inculcarme estos valores y por estar ahí siempre, incondicionalmente.

Parece que fue ayer cuando hace 16 años, íbamos los tres, dirección Villarreal para empezar en este mundo.

Gracias hermanos, por cuidar y preocuparos de vuestro hermano menor toda la vida. Gracias también por hacerme querer desde pequeño a este bendito deporte llamado futbol, aunque siempre me pusierais de portero.

Y gracias a ti, Laura, mi mujer. Gracias por acompañarme en esta aventura. Gracias por tu cariño en los malos momentos y por tus abrazos y alegría en los buenos. Por sentir todo como si fueras yo. Gracias por tener siempre la mejor palabra en el momento exacto. Te debo mucho y tú lo sabes. Se me va a hacer raro no saltar al césped y que lo primero que haga sea buscarte en la grada con la mirada.

Y, por último, gracias fútbol. Gracias por enseñarme tanto. Por hacerme tan feliz. Voy a echar mucho de menos vivirte desde dentro. Estaré toda la vida agradecido por como me has tratado”