Fracaso y decepción

    01 jul 2019 / 11:51 H.

    Dos palabras bastan para resumir una larga temporada en la que el Real Jaén ha tenido una oportunidad histórica para ascender a Segunda B por la vía rápida, la vía de un campeón que no ha hecho honor a esa condición. Las carencias que ya se veían en pretemporada y desde el primer partido de Liga fueron tapadas, que no eliminadas por esos 101 puntos y 99 goles. En este sistema de competición más o menos justo está claro que los errores se pagan muy caros, y en ese sentido tanto jugadores, como entrenador, afición y la propia directiva han cometidos errores, demasiada suma de errores como para esperar un final feliz. Y si eso no fuera poco, en vez de actuar rápido para volver a ilusionar a esta sufrida afición, esta directiva poco o nada entendida en fútbol se empeña en rozar el ridículo en cada decisión. Dos semanas después de la debacle ni una noticia oficial. La receta para tener más opciones de éxito es clara: jugadores con experiencia de jugarse las habichuelas en un play off, un entrenador que tenga un vestuario unido e implicado hasta el final e imprima ese carácter competitivo y el oficio necesario en ese tipo de partidos y una afición que no subestime a los rivales y una directiva que no peque de soberbia y que de una vez se deje asesorar por gente de fútbol.