Fortalezas y debilidades del “Depor”

Anális del rival del Linares Deportivo en el camino hacia ascenso

02 jun 2022 / 23:42 H.
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El Dépor empezó la temporada lanzado con un juego potente y un once muy definido. Firmó una primera vuelta tremenda, pero a raíz de tres derrotas consecutivas en el mes de febrero el equipo se vino abajo completamente. Encadenó una racha de fútbol muy pobre y de resultados negativos fuera de casa que acabaron con ciertos jugadores desconectados de la dinámica colectiva. Sin embargo, han logrado revertir la situación y llegan al playoff recuperando una versión muy competitiva,

¿Cuál es su alineación tipo?

Normalmente, el Deportivo de la Coruña juega con un 4-3-3 con Mackay bajo palos; laterales para Antoñito y Héctor Hernández y pareja de centrales formada por Lapeña y Granero o Jaime; Bergantiños como mediocentro con Villares e Elitim en los interiores; Quiles y William de Camargo por fuera y Miku arriba. No es Borja Jiménez un entrenador que tenga metida en dinámica a toda la plantilla y eso hace que sus recambios de banquillo no acostumbren a ser muy decisivos cuando entran.

¿Cuál es su estilo de juego?

Por lo general, el cuadro gallego suele iniciar los encuentros con un ritmo alto. Si marca pronto, automáticamente cambia su registro y pasa a un plan más conservador en el que sabe hacerse muy fuerte. Es un equipo que busca asegurar el marcador en lugar de aumentarlo cuando este va a favor. Gestiona de forma perfecta las ventajas y consigue que en el partido pasen pocas cosas. Normalmente, prefiere “guardar la ropa” y estar bien colocado.

¿Cómo ataca el Deportivo?
Es un equipo que quiere la pelota, pero que no propone un juego especialmente pulido desde la salida de balón, ya que en ocasiones lo intercambia con un fútbol más directo. Podría decirse que su juego es mixto y equilibrado entre ambas opciones y que las combina en función del rival y del partido. Suelen elaborar por dentro para luego terminar saliendo por fuera, con la llegada de los laterales y la presencia de sus extremos, tan buenos como distintos: William de Camargo (izquierda) busca desbordar en el uno contra uno y Quiles (derecha) es un delantero que empieza por fuera pero que acaba en el punto de penalti llegando de segunda línea.

Sí se le han atragantado más al conjunto coruñés los rivales que repliegan cerca de su área y le obligan a atacar en posicional. Ahí se ha visto cierto abuso del centro lateral, el cual les resulta menos efectivo si previamente no han sido capaces de circular rápido y generar ventajas por fuera. Sus laterales se proyectan arriba para conseguir la profundidad por banda que el equipo necesita. No participan tanto en salida de pelota sino en zonas de creación y finalización.

¿Cómo defiende?

Sus centrales viven mejor lejos del área que dentro de ella, lo cual explica un poco las preferencias del colectivo. Tras pérdida, es un conjunto que puede presionar arriba cuando se siente dominador del encuentro y está juntito en sus líneas. Normalmente va en bloque alto, ya que sus hombres más determinantes en el aspecto defensivo se sienten más cómodos en una línea adelantada que en bloque bajo. En todo caso, es un equipo muy versátil sin balón y que también ha jugado partidos agazapado en bloque medio. En ese sentido, Miku, a sus 36 años, es un delantero que no puede aguantar constantemente esa presión alta, por lo que el Deportivo deja fases muy distintas defensivamente a lo largo de los noventa minutos.

¿Cuáles son sus futbolistas más destacados?

En primer lugar, Quiles. Es el alma goleadora del equipo aunque no es el 9 como tal. Se trata de un delantero que parte de banda, de mucha calidad y que se entiende de maravilla con Miku. Uno fija centrales y el otro aparece de segunda línea atacando los espacios que se generan. Luego, cabe destacar también a Elitim, mediapunta zurdo, de buen golpeo, capacidad para el último pase y muy rápido en sus gestos técnicos; y a Bergantiños, el “stopper” del Dépor y un jugador capital para mantener el equilibrio sin balón.

La previa del partido

Se puede esperar una puesta en escena muy intensa del cuadro gallego, tanto por la exigencia de un ascenso que se les antoja obligado como por el hecho de jugar ante su afición. Si el Linares Deportivo es capaz de resistir esos primeros 15-20 minutos, no cometer errores y templar el juego, tendrá sus opciones. Seguramente, sabiendo que el empate a la larga les vale, el Deportivo acabe pasando a un plan más conservador conforme avancen los minutos para intentar minimizar riesgos ante un conjunto provincial que llega como el mejor conjunto más en forma de los ocho participantes. En clave azulilla, jugar con ese alto nivel de presión que los de Borja llevan impuesto puede hacerles plantear el choque con más miedo a perder que ilusión por ganar. Los centros a pie cambiado de Fran Carnicer sobre Etxaniz —autor de 14 goles en Liga y uno en la Copa del Rey— y el desborde de Carracedo contra una banda izquierda algo desprotegida en ocasiones, pueden ser dos puñales muy bien afilados para dañar a este Dépor que no pudo lograr el ascenso directo al quedar segundo del grupo primero por detrás del Racing de Santander. El Linares tendrá en las gradas a más de 500 valientes que viajarán a La Coruña en los autobuses —3 de la Diputación Provincial y 3 del Ayuntamiento— que saldrán de la ciudad. Las entradas se empezaron a vender ayer a los socios de la entidad, que son 146, y a partir de hoy los abonados y los aficionados del Linares pueden adquirirlas en las taquillas de Linarejos. El club dispone de 100 localidades más y el Ayuntamiento ha fletado un vehículo más.

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