España y Alemania se citan en la final del Europeo Sub-21

La rojita supera 4-1 a Francia, los germanos vencen por 4-2 a Rumanía

28 jun 2019 / 11:54 H.

La selección española Sub-21 se dio un auténtico festín en las semifinales del Campeonato de Europa después de remontar a Francia y hacer añicos las ilusiones de su rival (4-1) en un choque donde volvió a brillar el juego coral del combinado español, que disputará su cuarta final en las cinco últimas ediciones.

El equipo de Luis de la Fuente tuvo que sufrir al comienzo para sonreír al final. Con algo de mala fortuna y un penalti muy riguroso, la Sub-21 supo tener paciencia y controlar a los franceses para darle la vuelta al marcador antes del tiempo de descanso. La respuesta de España fue sensacional a base de un fútbol tejido que recuerda otras generaciones no muy lejanas.

Los Dani Olmo, los Fabián y compañía empiezan a tejer una estructura muy sólida que habla muy bien del eterno trabajo de la base en el fútbol español. Nada es casualidad en un equipo que ha sabido reinventarse pese a las dificultades del campeonato. Si la derrota ante Italia fue un hándicap casi insalvable, este jueves España tuvo que remar contra corriente.

Los jugadores de Sylvain Ripoll comenzaron con más ímpetu y pronto encontraron recompensa en un penalti cometido por Junior Firpo sobre Reine-Adelaide tras un leve contacto. España encajó el 0-1 y tuvo que ponerse el mono de trabajo para salir con vida de los cinco minutos posteriores al gol. Sivera, con una mano prodigiosa, impidió el segundo poco después.

Ahí arrancó la “Rojita”, capaz de ofrecer momentos estelares como el 5-0 ante Polonia —el espejo donde mirarse— y firmar actuaciones como la de semifinales. Fabián se echó el equipo a la espalda y encabezó las mejores ocasiones de España. El ex del Betis pudo haber empatado al borde de la media hora, pero su atrevimiento terminó en un saque de esquina.

Marc Roca aprovechó un rechace de su propio remate para fusilar a Bernardoni a un metro de la línea de gol. La rabia de su disparo fue el mejor síntoma de que la selección Sub-21 iba a dar mucha guerra en el resto del partido. Tras dos ocasiones seguidas y Francia arrinconada en su área llegó el 2-1 con un penalti cometido sobre Oyarzabal. El delantero realista no falló desde los once metros y confirmó el empequeñecimiento galo.

En la segunda mitad, España no cambió el registro y salió plena de convencimiento para cerrar el partido cuanto antes. En apenas tres minutos llegó el tercero en una jugada magistral que arrancó Oyarzabal con un pase entre líneas, recogió Fabían, paró el tiempo, y con todo el temple del mundo cedió a Olmo para que marcarse a placer en el corazón del área. El cuarto, obra de Mayoral nada más salir al campo, puso la guinda a un partido redondo.