El Real Madrid se exhibe (1-3)

El Real Madrid jugará la final de la Supercopa de España tras imponerse con mucha autoridad al Valencia (1-3) en la primera final de la edición de 2020 gracias a los goles de Kroos, Modric e Isco, grandes protagonistas del partido celebrado en el estadio Rey Abdullah.

El equipo de Zidane sigue funcionando a las mil maravillas. El comienzo del año es impecable para los merengues: dos victorias, seis goles a favor y sólo uno en contra. La última de ellas supone el billete para la final de la Supercopa. Atlético o Barça ya esperan en la pelea definitiva por el título que siempre había sido el aperitivo de la temporada. Ahora, producto de la nueva gestión en la Federación, la Supercopa no se juega en España. En 2018 fue Marruecos y este año, Arabia Saudí. El Real Madrid, que disputa la cita sin ser campeón de ninguna competición nacional el año anterior, ya está en la final gracias a una auténtica exhibición que minimizó a un Valencia irreconocible. El repliegue defensivo, las transiciones en ataque y por supuesto el talento del centro del campo, la clave del encuentro. Ante la ausencia de Benzema, Zidane apostó por acumular jugadores en la sala de máquinas: cinco en concreto para adueñarse del balón e impedir la salida rápida de su rival. Ni Parejo ni Coquelin recordarán el partido de este miércoles para el vigente campeón copero. El primero en avisar fue el Real Madrid con un cabezazo del inspirado Varane. Jaume Doménech evitó el 0-1 que llegó minutos después en una acción de pícaro en botas de Kroos. El alemán pilló desprevenido al portero che y lanzó a portería logrando un gol olímpico. El meta valenciano sólo pudo introducirse el cuero en su portería. El gol desniveló un partido que no destacó por el ritmo, ni tan siquiera por la enjundia del mismo. Esta “nueva” competición ante 40.000 espectadores, menos de dos tercios de la capacidad del estadio, se animó con los goles. Gameiro lo intentó entre medias con un disparo alto, pero fue Isco quien abrochó la victoria a cinco minutos del descanso. El malagueño rebañó un rechace a tiro de Modric —tras una jugada soberbia entre Carvajal y Valverde— para batir a Jaume con un disparo con el empeine al palo más alejado. El 0-2 mató a un Valencia sin argumentos, sin ocasiones y completamente desaparecido sobre el césped del Rey Abdullah. Isco ya vuelve a ser Isco. Y todo eso con Luis Enrique en la grada tomando nota.

Otro de los protagonistas del encuentro fue el serbio Luka Jovic, que gozó de una gran oportunidad para reivindicarse. Sin embargo, el balcánico apenas pudo aportar en un rol complicado, dominado por el abuso de balón de los centrocampistas y por la dificultad para encontrar el camino del remate. Para colmo, perdonó el tercero en un rechace soñado para cualquier delantero. En la segunda mitad también se movió con frescura, pero no pudo ampliar la ventaja. A diez minutos para el final fue sustituido por un Mariano que demostró mucho hambre. El Valencia, por su parte, acabó maquillando un choque para olvidar con un penalti de Ramos convertido por Parejo.