El Real Jaén gana al Maracena (2-1) y es despedido con silbidos

Los blancos deciden el partido con los goles de Carlos Fernández, pero pasa apuros en el segundo periodo con el tanto de Somavilla

21 ene 2024 / 13:54 H.
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Tres puntos sumados en un nuevo mal partido y despedida con pitos por el juego realizado por el Real Jaén. Venció por 2-1, pero de nuevo no convenció y repitió errores de otros partidos. La historia del Real Jaén-Maracena no quedo resuelta en 10 minutos, pese a que entre el intervalo del 15 y el 25 de la primera mitad, apareció Carlos Fernández para dejar su firma goleadora en dos perfectas asistencias. Estas vinieron primero de Joseliyo, desde el costado izquierdo, y después un centro medido de Óscar Lozano, que culminó el ubetense de una volea excelente.

Abrir el campo con dos extremos que necesitan partidos de estas características para tener autoestima y confianza. Los dos goles llegaron en momentos claves, porque la UD Maracena inquietó e, incluso, tuvo la posesión del balón y dispuso de la primera ocasión en un remate de Raúl Fernández. Ahí empezaron los murmullos de los aficionados, cansados de la temporada de su equipo, que ni gana ni controla los partidos. Antes de los dos goles, el equipo reflejó ese estrés, presión y falta de tranquilidad con la que convive desde que se inició la temporada. Esos fantasmas volvieron en el segundo periodo con un partido pésimo y un rival que jugó al fútbol con asociativo y ocasiones peligrosas.

Somavilla, hijo del defensa vasco que vistió la camiseta blanca en la década de los 90, marcó el 2-1 en una bella jugada personal que culminó con un disparo colocado. La afición pitó porque veía que se repetía la misma situación que ante el Rincón y otros partidos en casa. El Maracena buscó el empate y Castillo y Nesken sembraron el pánico en la grada. Fajardo movió el banquillo para tratar de controlar el partido y el equipo mejoró algo, sobre todo con Óscar Lozano, el único recurso ofensivo de los blancos en este periodo con dos ocasiones. Fue un espejismo y en jugadas aisladas, porque el rival no se rindió y apretó hasta el final al Real Jaén con un fútbol sin complejos y en el que reclamó un penalti. Los puntos se quedaron en casa, pero el juego dejó mucho que desear.

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