El Linares Deportivo pone la directa por el título de Liga

El Linares había realizado una gran primera mitad. Había conseguido anular los puntos fuertes de su rival pero, a la vez, le estaban faltando efectivos arriba para hacer daño. Sin embargo, tras la reanudación, Juan Arsenal hizo un movimiento táctico en pos de mejorar aquello que estaba funcionando peor y el resultado fue instantáneo. Adelantó a Fran Lara al centro del campo para ganar presencia ofensiva y el de Montoro firmó la victoria con su nombre. Un simple movimiento de piezas con el que el Linares amplió hasta los catorce puntos su margen de error.

El partido comenzó con el cuadro local repitiendo el 3-5-2 de tantas veces y desde el pitido inicial hasta el descanso el partido se definió por su buen hacer sin pelota. La idiosincrasia del Motril le hace buscar la iniciativa desde un juego en el que propone, pero los linarenses supieron contrarrestarlo. Con todo el equipo muy adelantado, comandado por el frontón que forman sus tres centrales y un Carnicer muy activo marcando a Ramiro —mediocentro desde el que el Motril construye sus ataques— los de Arsenal consiguieron su objetivo. No dejaron salir cómodo a su oponente e intentaron robarle el balón en campo propio. El plan resultó efectivo, pues aunque no siempre recuperaron cerca de la frontal, sí lo hicieron en mediocampo, lo que privó al Motril de continuidad en sus posesiones. Pero tras cada robo el Linares acusó aquello que, a veces, le pesa cuando juega con tres atrás: falta de hombres por delante del balón. Rodri bajaba a recoger el balón y Cervera en ocasiones también le acompañaba, por lo que la mediapunta quedaba solo para Carnicer y, consecuentemente, los carrileros sin un compañero en el que apoyarse para profundizar.

Y fue justo esto lo que Juan Arsenal ajustó tras el descanso. Sacó a Fran Lara de atrás para llevarlo a medio campo, donde su capacidad para el ida y vuelta sí resulta dañina y la consecuencia fue inmediata. Cervera le vio aparecer por sorpresa y le sirvió —fue su séptima asistencia en liga— un balón al corazón del área que Fran, de espaldas a portería, acarició con la cabeza a la red. Tras el gol entraron Pablo Siles y Dani Espejo para ordenar al equipo en un 4-3-3 más simétrico que terminó por afianzar la victoria, aunque el Motril con algunas conducciones individuales de sus atacantes generó cierto miedo por momentos. Tres puntos más para alargar una dinámica que parece no tener fin.