El bolo andaluz, autóctono de Jaén, ya está en la carrera por ser Bien de Interés Cultural

Es el único deporte federado procedente de un juego tradicional cuyo origen sitúan algunos trabajos en la alta Edad media

03 nov 2023 / 06:00 H.
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El juego de los bolos autóctonos andaluces es una de las más viejas tradiciones que aún perduran en la provincia de Jaén con competiciones y un número importante de jugadores y clubes. Esa tradición es ahora determinante para que la Federación Andaluza de Bolos, que preside el jiennense José Miguel Nieto, solicite que sea declarado Bien de Interés Cultural (BIC). El día 31 de octubre pidió a la Delegación Territorial de Turismo, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía que tramite la incoación para la posterior inscripción en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, de la Actividad de Interés Etnológico, denominada Bolos Serranos en la provincia de Jaén, como Bien de Interés Cultural. Esta institución ha justificado la solicitud basándose en el hecho de que los bolos serranos o bolo andaluz, es el único deporte autóctono federado, procedente de un juego tradicional, que existe en Andalucía. Actualmente, está considerado por la Federación Española de Bolos como especialidad deportiva de ámbito nacional, lo que permite la celebración oficial de Campeonatos de España, debido a que se juega en seis comunidades autónomas, gracias al fenómeno de la migración. Algunas hipótesis sitúan su origen en la alta Edad Media (siglos XIV y XV). Sin embargo, teniendo en cuenta que el juego que ha llegado conserva, ciertas innovaciones que, según afirman algunos estudiosos, se produjeron en el siglo XVI (bola con agarradera y bolos colocados sobre un tablón), creen que su llegada tuvo que ser algo posterior. De 1625 es el primer documento escrito que menciona el juego en una localidad concreta de las montañas orientales de Jaén, refiriéndose a un altercado que sucedió en Segura de la Sierra años atrás en una partida de bolos.

<i>Delegación de Cazorla en una exhibición de bolos serranos en Narny (Italia) en 2015. / Asociación de Bolos Cazorla vía Europa Press.</i>
Delegación de Cazorla en una exhibición de bolos serranos en Narny (Italia) en 2015. / Asociación de Bolos Cazorla vía Europa Press.

Refiriéndose a territorios más amplios en los que se incluyen la zona donde finalmente se conservó el juego, hemos encontrado dos documentos antiguos. El primero data de 1578, referido a la Orden de Santiago, donde se incluía el municipio citado anteriormente, y el otro, de 1626, del Obispado de Jaén. Ambos escritos son normativas que prohibían jugar a los bolos durante la misa. En el sur peninsular, la afición por el juego fue decreciendo hasta tal punto de desaparecer su práctica en la mayor parte del territorio andaluz. A duras penas, los bolos llegan hasta el último tercio del siglo XX, refugiados en las montañas orientales de Jaén, las Sierras de Cazorla, Segura y las Villas, de ahí que también sean conocidos con el nombre de bolos serranos Después de un largo proceso evolutivo, debido al aislamiento de varios siglos, se ha convertido en un juego distinto y singular, espectacular en su desarrollo, impregnado por la idiosincrasia y cultura popular de las gentes de Andalucía, pero que aún conserva algunos lances y normas de los bolos que se practicaban hace 500 años. En este sentido, desde la Federación Andaluza de Bolos se compromete a colaborar con el etnólogo o etnóloga que realice la documentación técnica que justifique los valores patrimoniales de dicho bien que se quiere inscribir en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz.

El maestro de Vadillo Castril

Falleció en diciembre de 2011 y se llamaba Gonzalo Ojeda. Fue maestro bolero, nautral de Vadillo Castril, pedanía de Cazorla . “El maestro de maestros d ela Siera de Cazorla”, dijo entonces en su obituario la federación Andaluza de Bolos. El Ayuntamiento de Pozo Alcón lo distinguió como Maestro Bolero de la Sierra del Pozo a principios de la década de los años noventa. En 2005 fue el Ayuntamiento de Cazorlaquien lo reconocía como Maestro del Adelantamiento, y 2010, fue Premio Cándil y Maestro Bolero de Andalucía de la Federación Andaluza de Bolos. Como bolero ha dejado un legado de marcas para la historia. Baste decir que estuvo compitiendo hasta casi los 90 años. Bolear es cosa de familia, porque con el jugaban su hermano Domitilo, su cuando Celedonio y su hijo Juan. Si los bolos llegan a ser Bien de Interés Cultural, Gonzalo Ojeda habrá tenido buena parte de mérito en ello.



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