El Barça sale líder de Praga con sufrimiento

Los azulgranas no completan un buen encuentro

24 oct 2019 / 08:53 H.
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El FC Barcelona ganó al Slavia Praga (1-2) en el Eden Arena de la capital checa, en el tercer partido de la fase de grupos de la Liga de Campeones, tras un mal duelo en el que sufrieron y se vieron encerrados por un equipo local que no puntuó por el buen hacer de Marc-André Ter Stegen y por la mala fortuna de marcarse en propia portería. Los blaugranas salen líderes de esta ardua batalla de Praga en la que estuvieron mal. Empezar marcando, en el minuto 3, y complicarse la vida hasta tal punto que debes la victoria a tu portero y a la fortuna de un autogol del rival no es como para celebrar nada, por mucho que a nivel de objetivos el trabajo esté hecho. Todo parecía ir de cara cuando Leo Messi, en el minuto 3, recuperó un balón y se la dio a Arthur, que se la devolvió al argentino, ya dentro del área, para que rematara de primeras con la zurda a la red. Se estrena Messi en esta Champions, en la que sigue sin marcar un aciago Luis Suárez que no tuvo ni la suerte de que le dieran el gol que fue, finalmente, en propia de Olayinka. Pero esa fortuna, ese casi centro atrás que el delantero del Slavia Praga se introdujo en su propia puerta, dio tres puntos de oro a un Barça que es líder, en combinación con la victoria del Inter de Milán sobre el Borussia Dortmund. El camino hacia octavos está encarado, pero la agonía vivida en Praga debe ser un serio aviso para un Barça que sigue sin convencer. Ni el empate en Dortmund ni el triunfo en casa ante el Inter mediante remontada sirvieron para tranquilizar a una parroquia blaugrana que se debió tirar de los pelos viendo jugar, más bien sufrir, a su equipo. Sobre todo cuando Boril culminó una gran contra del Slavia para igualar momentáneamente el partido, nada más empezar la segunda parte. Los últimos minutos, ya con ese 1-2 final en el marcador, fueron un toma y daca del Slavia, un frontón checho, en el que Ter Stegen, de lejos el mejor del Barça con hasta tres paradas que evitaron goles claros, y su muro defensivo rechazaban como podían las acciones de ataque locales. Hubo nervios, y el Barça tendrá que rezar a Ter Stegen para dar gracias por esta victoria que no deja de tener mucho valor para el futuro.

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