Efectividad para llegar a la sexta final

Un Barcelona práctico gana a un Real Madrid que perdona ocasiones en la primera mitad

28 feb 2019 / 08:48 H.

El FC Barcelona sacó billete para su sexta final seguida de Copa del Rey al ganar (0-3) al Real Madrid en el Santiago Bernabéu, partido de vuelta de semifinales que dominó el cuadro blanco pero que mató el conjunto culé con los goles a la contra que le llevarán al Benito Villamarín el próximo 25 de mayo. El Clásico demostró una vez más que no entiende de rachas ni momentos. Un aparte en la temporada. El Barça no fue el del punto de inflexión de Sevilla ni el Madrid fue el de las dudas renacidas. Los de Santiago Solari fueron protagonistas con el balón, la intensidad y las ocasiones. Mientras, sin usar Messi, el Barça golpeó con Luis Suárez en la reanudación de un partido que había observado hasta ese momento. El Madrid no dejó de intentarlo, de nuevo liderado por Vinicius, pero los de Ernesto Valverde castigaron a la contra. El primer Clásico en cuatro días fue azulgrana cuando a 20 minutos del final el 0-3 había silenciado el Bernabéu. El Barça se medirá a Valencia o Betis—juegan esta noche— por su quinta Copa seguida, mientras que el Madrid dice adiós al primer título de los tres que se puede jugar esta semana. Como pedía su grada, el Madrid saltó a ganar. El Barça, obligado a marcar tras el 1-1 de la ida, retrasó su entrada en el partido. Los de Solari se quedaron el balón y tiraron de Vinicius, un día más, en exclusiva. La actitud sin embargo fue lo más importante, aunque el cuadro culé en tres pases arriba tuvo el gol en área pequeña de Sergi Roberto que salvó Reguilón. Con las ganas y presión le dio al Madrid para encerrar al Barça en su campo, reclamar un penalti a Vinicius y tener una muy clara que Lucas Vázquez no supo rematar a tres metros de gol. Los de Valverde intentaron salir de media hora de agobio con un par de posesiones largas, buscando costuras en un Madrid dispuesto a recuperar la fiabilidad perdida en las últimas semanas. Los de Solari solventaron bien el momento culé, sin noticias de Messi, y encendieron de nuevo el Bernabéu con otras dos ocasiones de Vinicius. La enésima carrera de la creciente estrella blanca despertó a Messi, que dejó su única jugada vertical antes del descanso. Tras el descanso volvió el partido con el mismo guion, solo que esta vez, esa aislada ocasión culé en tres pases fue el 0-1 de Luis Suárez. Alba, Dembélé y el uruguayo como estilete. No fue un paso al frente azulgrana, aunque el gol le bastaba para estar en la final. Después, en otra jugada Varane marcó en propia meta y la puntilla llegó con el 0-3 en una claro penalti de Casimiro transformado por Suárez a lo “Panenka”.