Edu y Catela acaban con otro sueño amarillo en su torneo

El portero del Viña Albali hace paradas imposibles y el jugador anota el gol de la derrota del Jaén Paraíso Interior a falta de 26 segundos para el final

06 mar 2020 / 11:00 H.
Ver comentarios

Una eliminación injusta y con crueldad, con dos protagonistas, el meta Edu, un gigante para el Viña Abali, y Catela, que marcó el gol de la derrota amarilla a falta de 26 segundos para el final. Fútbol sala vivo sin pausa y con un Jaén Paraíso Interior que salió en plan avasallador con las ideas claras y una presión alta para dificultar la salida del balón del Viña Albali y generar situaciones de peligro. Lo consiguió en un abrir y cerrar de ojos con lanzamientos de Míchel y Fran Peña. Ahí empezó el recital de Eduardo Sousa Veiga, Edu. El portugués estuvo soberbio, ágil y felino. El color era amarillo y el Viña Albali lo pasó mal y solo pudo salir de su zona en acciones de estrategia y en errores en los pases de los jiennenses. Alan Brandi, Fran Peña y Dani Martín buscaron el recurso de las individualidades y fueron un incordio para los azules. El Viña Albali pasó los nervios del debutante y reaccionó. Chino apareció en algunas acciones, al igual que Buitre y Rafael. Sus opciones llegaron más por fallos amarillos. El Jaén FS volvió a la carga con los dos equipos con cinco faltas. Dani Martín, Mauricio y Carlitos agigantaron el partido de Edu, que tuvo al larguero y al poste como compañeros de viaje. Míchel estuvo a punto de superarlo en una preciosa vaselina, al igual que Piqueras y Carlitos en remates cercanos. No hubo manera y el marcador no se movió. Dio un paso al frente el Viña Albali y su presión fue más agobiante. Sufrió algo más el Jaén Paraíso Interior para salir de atrás, aunque esa exigencia no afectó al dominador en la pista. No se le olvidará este partido al equipo de Rodríguez. Hizo todo para ganar, pero Edu acumuló méritos para ser nombrado hijo predilecto de Valdepeñas o en su defecto una calle con su nombre. Su leyenda aumentó en este periodo con una carrusel de intervenciones con las manos y con los pies. Fue insuperable y, además, para completar su partido detuvo un doble penalti a Carlitos y el posterior remate también lo salvó. El éxtasis azul y la decepción amarilla llegó a falta de 26 segundos con el gol de falta de Catela. Enmudeció la zona jiennense y estalló la valdepeñera con su lanzamiento. Fue un final injusto, pero esto es la Copa de España y ahí radica su grandeza, porque es un torneo abierto.

Deportes