Descarrega repite oro en 400
y le da un éxito al club Unicaja

Es un ganador nato y esta temporada ha superado una carrera de obstáculos para subir a lo más alto del podio junto con su guía Guillermo Rojo, con el que forma un dúo que empieza a conseguir resultados extraordinarios. El atleta Gerard Descarrega repitió su medalla de oro de hace cinco años en Río de Janeiro (Brasil) después de imponerse en la prueba de los 400 metros de la clase T11 (discapacidad visual) de los Juegos Paralímpicos de Tokio. Es nacido en Reus (Tarragona), tiene 27 años y desde esta temporada milita en el Unicaja-Jaén Paraíso Interior, del que uno de sus integrantes, Juan Antonio Prieto Cárdenas, fue medallista en Barcelona 92, Atlanta 96 y Sidney 2000. Descarrega y Rojo ya habían avisado de su favoritismo en las series clasificatorias del sábado, donde habían firmado el mejor registro, unos 50.61 que volvieron a mejorar en la gran final para imponerse con cierta autoridad y dar al atletismo nacional su tercer oro en el Estadio Paralímpico tras los del lanzador Kim López y el de Yassine Ouhdadi El Ataby en los 5.000.

Los dos españoles, como ya sucediese en la víspera, fueron los únicos en bajar de nuevo de la barrera de los 51 segundos, y con 50.42, mejor marca de este 2021, se llevaron el oro con casi 72 centésimas de ventaja sobre los namibios Ananias Sikongo y Shem Shimanda (51.14). Gerard Descarrega recalcó la “felicidad pura” que sentían tanto él como Guillermo Rojo tras firmar “la carrera perfecta” y ganar el oro en los 400 metros T11 de los Juegos Paralímpicos, un éxito que “compensa todo” por lo que han tenido que pasar en los últimos año y tras “cinco últimos meses agónicos”. “No, dudo mucho que haya ahora alguien tan feliz como nosotros. Es felicidad pura, es un sueño, una pasada. Fue la carrera perfecta, salió todo muy bien y estamos superfelices”, admitió Descarrega después de cruzar la línea de meta. El catalán reconoció que en las series ya corrieron “muy bien”. “Sabía que el namibio saldría muy fuerte y que si llegábamos a la recta final juntos le ganaría, sé que tengo una marcha más. Hemos entrado bastante juntos y nos hemos escapado, he podido disfrutar de la última recta”, aseguró. De todos modos, confesó que no fueron “años fáciles”. “Me tuve que operar de un pie, lo pasé mal en la pandemia porque estaba encerrado en un piso pequeño y cambié de ciudad porque no disfrutaba del deporte”, apuntó. “Tuve meses de vomitar dos o tres días a la semana, pero necesitábamos entrenar. Los últimos cinco meses fueron agónicos y lo di todo, imagino que hacer las cosas bien tiene su recompensa. Esto lo compensa todo”, añadió Descarrega, que elogió “la calidad deportiva y humana espectacular” de Guillermo Rojo. “Creo que la intención de los dos es seguir y disfrutar de esto”, deseó con vistas al futuro.