De rey mundial a peón nacional

El torneo internacional, que no se celebra desde 2010, fue el más importante del mundo

12 nov 2016 / 11:04 H.

Desde que el austriaco Wilhelm Steinitz ganó el primer Mundial de Ajedrez en 1886, el tablero ha asistido a duelos que muchas veces iban más allá del deporte por las connotaciones políticas, culturales o sociales de los jugadores. Raúl Capablanca, Bobby Fischer, Anatoly Karpov y Gary Kasparov forman parte de la historia gracias a su calidad y una personalidad arrolladora en el tablero.

Linares ocupa un protagonismo con mayúsculas en la historia gracias al torneo internacional que creó el desaparecido Luis Rentero en 1978. Desde el sueco Jan Eslon hasta el búlgaro Veselin Topalov, el último ganador en 2010, la galería de ilustres está formada por grandes maestros que tuvieron el privilegio de inscribir su nombre: Larry Christiansen, Anatoly Karpov, Boris Spaski, Ljubomir Ljubojević, Jan Timman, Vasily Ivanchuk, Gary Kasparov, Viswanathan Anand, Vladimir Kramnik, Peter Leko, Levon Aronian y Alexander Grischuk. Pero llegó la crisis económica y la organización, de la que ya era responsable el Ayuntamiento, tomó la decisión de aplazarlo y no se juega desde el año 2010. En la memoria quedaron 27 ediciones con un potencial extraordinario y una nómina de ajedrecistas impresionante. ¿Volverá a celebrarse el Torneo Ciudad de Linares? Es una pregunta que, por ahora, no tiene respuesta en la actualidad. El Ayuntamiento, con el apoyo de la Diputación Provincial y la Federación Española de Ajedrez, apuesta por los campeonatos de España. Hasta cinco se disputaron este año con cerca de 700 participantes en las categorías individual y por equipos. Esa serie de competiciones, disputadas entre el 5 y el 23 de agosto, sirvieron para potenciar el turismo en pleno verano.

La importancia que adquirió el Torneo Ciudad de Linares le permitió ser la ciudad española más conocida en la antigua Unión Soviética. En pleno capítulo de la Guerra Fría entre Estados Unidos y los países de Europa del Este, el municipio gozó de una gran popularidad junto con Madrid y Barcelona. Rentero, forjado a sí mismo como empresario, sembró una semilla que brotó con unos resultados extraordinarios. El Hotel Aníbal y el Teatro Cervantes fueron los epicentros de partidas espectaculares, porque su fundador pedía “lucha y sangre” en el tablero. En ningún momento le tembló el pulso para imponer sanciones por bajo rendimiento. Tal fue la magnitud y trascendencia que alcanzó que Leontxo García, uno de los especialistas con más prestigioso de las 32 casillas, lo bautizó como el Wimbledon del ajedrez. El motivo es sencillo. En Linares se respiraba un aroma añejo y familiar, pese a las excentricidades y manías que exhibían las figuras, tanto en las partidas como en su convivencia en el Hotel Aníbal.

La leyenda se fraguó con un trato cercano y esa personalidad arrolladora de Luis Rentero Suárez, el padre de una criatura que empezó a cumplir años y al que en España le surgió una dura competencia en Dos Hermanas (Sevilla) y León. Nacieron con presupuestos importantes, pero no pudieron alcanzar la magnitud de la competición jiennense. Los jugadores rebajaban sus honorarios económicos para luchar por la preciada Cabria de Plata. Ministros del Gobierno Central, consejeros de la Junta de Andalucía y hasta el presidente de la Federación Internacional de Ajedrez, el filipino Florencio Campomames, acudían anualmente al acto de inauguración, sorteo y clausura.

Esa era la diferencia de Linares con los otros torneos mundiales. Incluso tuvo capacidad de reinventarse y compartir sede en dos ocasiones con la ciudad mexicana de Morelia con una importante repercusión.

Ahora se añora que no se celebren competiciones internacionales en la ciudad, máxime cuando Nueva York, acoge desde ayer y hasta el 30 de noviembre el Mundial entre el noruego Magnus Carlsen, vigente campeón y que también dio sus primeros pasos en la ciudad linarense, y la gran esperanza rusa: Sergei Karjakin. Él tiene la responsabilidad de recuperar el título para una potencia del deporte-ciencia, como lo fue Linares durante treinta años consecutivos, en la que reinó en el ajedrez.

Kasparov, el que más títulos tiene

El gran maestro es historia viva de la competición. Ganó ocho títulos en solitario y uno compartido. Kasparov eligió, además, a Linares para anunciar su retirada de los tableros. Fue en 2005, justo después de su última victoria.

Final de candidatos en el año 1987

Luis Rentero consiguió que la Federación Internacional eligiera a Linares como sede de la Final de Candidatos entre dos rusos: Anatoly Karpov y Andrey Sokolov. El primero de ellos consiguió la victoria.

Jaén, sede del Mundial femenino

El poder de seducción de Rentero era extraordinario y convenció a Alfonso Sánchez para que la capital acogiera el Mundial del 96 entre la húngara Suzsa Polgar y la china Xie Jun.