Cinco macizos montañosos y ninguna contrarreloj llana marcan el recorrido del Tour 2020

Esta edición solamente cuenta con nueve etapas planas y destacan las ausencias de puertos clásicos como el Alpe d’Huez, Tourmalet o Galibier

29 ago 2020 / 10:51 H.
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La 107ª del Tour de Francia presentará un recorrido muy abierto a la “guerra” entre aspirantes, ya que la carrera pasará por un total de cinco macizos montañosos, tendrá pocas etapas ideales para velocistas y no celebrará ni una sola contrarreloj en terreno completamente llano.

Las montañas francesas, con los cinco macizos galos incluidos --Alpes, Pirineos, Vosgos, Jura y Macizo Central-- serán las claras protagonistas del Tour de Francia 2020, en un recorrido diseñado para favorecer a los ciclistas más agresivos y valientes en cuanto la carretera pica hacia arriba.

Tras el “Grand Départ” en Niza con una etapa propicia para una llegada masiva, la segunda etapa ya será peculiar y rompe-piernas, con tres puertos de montaña de cierta entidad --Colmiane, Turini y Eze-- antes de regresar de nuevo a Niza con un nuevo portador del maillot amarillo.

Una de las novedades será la ausencia de una contrarreloj individual puramente llana. La única contrarreloj, más bien una crono-escalada, aparece como uno de los grandes atractivos del siguiente Tour. Con 36 kilómetros y con inicio en Lure, el final será en La Planche des Belles Filles, un puerto de 5,9 kilómetros al 8,5 de pendiente media y rampas del 20 por ciento.

Antes de esa penúltima etapa clave, los aspirantes a la general deberán batallar en unos Pirineos que el Tour visita de nuevo, con paso por puertos como Port de Bals (11,7 kilómetros al 7,7%) o Col de Peyresourde (9,7 km al 7,8%) en la primera etapa y el Col de la Hourcre (11,1 km al 8,8%) o Col de Marie Blanque (7,7 km al 8,6%) en la etapa con final en Laruns.

Dos días antes de la llegada a los Pirineos hará acto de presencia, en la sexta etapa con inicio en Le Teil, un final bonito en el Mont Aigoual precedido por la dura y larga subida al Col de la Lusette, de 11,7 kilómetros al 7,3 por ciento y tramos duros de más del 10 por ciento de pendiente.

También habrá 'muros', como la llegada en la etapa 4 a Orcires-Merlette con 7,1 kilómetros de subida final al 6,7 por ciento de pendiente media o el final inédito en Puy Mary (5,4 kilómetros al 8,1 por ciento) de la etapa 13.

Y es que este Tour no dará apenas descanso a los líderes del pelotón, con sólo nueve etapas llanas, tres de media montaña y ocho de montaña con cuatro finales en alto --en Orcires-Merlette, Puy Mary, Grand Colombier y Méribel--.

De los Alpes destaca el paso por Montée de la Selle de Fromentel, el Col de la Biche y el final en el histórico Grand Colombier (17,4 kilómetros al 7,1 por ciento de pendiente media) de la etapa 15. También destaca una etapa 17 muy dura que podría ser considerada la 'etapa reina', con inicio en Grenoble y llegada a Méribel, al Col de la Loze de 21,5 kilómetros al 7,8 por ciento de media y paso previo por el Col de la Madeleine (17,1 km al 8,4%). En cuanto a las ausencias, la carrera no pasará este año por puertos clásicos como Alpe d'Huez, Tourmalet o Galibier.

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