Antonio Calvo Perea: el piloto de la nave blanca
El presidente riojano lideró el proyecto que cosechó el soñado ascenso a Primera División
El nombre de Calvo Perea aún resuena con fuerza en la cabeza de aquellos aficionados del Real Jaén que fueron testigos de ese soñado ascenso a Primera División. También en sus hijos, y en algunos de sus nietos. No es para menos, pues Antonio Calvo Perea (Haro, La Rioja, 1914-Madrid, 1967) fue el hombre que presidía el club blanco cuando se alcanzó esta espectacular hazaña.
Su corazón empezó a palpitar por el fútbol cuando era un crío y dio sus primeras patadas en el Haro, equipo de su pueblo natal, pero fue en Jaén donde, atraído por cuestión de negocios, se involucró de lleno con el proyecto del club de la ciudad. Calvo Perea aterriza en la presidencia del Real Jaén en mayo de 1952, después de su elección en la asamblea de socios. Con inversiones de su bolsillo, el riojano inició una revolución en La Victoria, con la transformación de su plantilla y la junta directiva, en la que cabe destacar la llegada de Adolfo Bracero, entrenador del equipo, que logró con el equipo el título de la Copa Federación, además del primer puesto en su grupo durante el curso liguero. Sin embargo, lo mejor estaba aún por llegar.
Antes de conocerse el ascenso a Segunda División, la junta directiva trabajó a plena combustión para confeccionar un equipo competitivo que aspirase a las cotas más altas. Vaya si lo consiguieron. Al término de la temporada 1952/1953 se certificó el soñado ascenso a la máxima categoría del fútbol español. A pesar de este logro, Antonio Calvo confirmó su marcha al término de esta campaña, algo que ya había anunciado al comienzo de la misma, sustituyéndole en el cargo Cándido Nogales. Un legado que, en cuanto a tiempo podría calificarse de fugaz, pero que dejó una huella imborrable en los anales de la historia blanca, que aún le recuerda con regocijo. Antonio Calvo Perea fue un hombre que, aunque no era jiennense de nacimiento, si lo fue de corazón, con el que contribuyó a escribir letras de oro en las páginas de la hemeroteca del club centenario.
José Luis Calvo de Juan, hijo de Antonio Calvo Perea: “Mi padre vivió y murió por este club”
José Luis Calvo de Juan (Jaén, 1950), es el único de los hijos de Antonio Calvo Perea que ha hecho carrera en el mundo del fútbol. Jugador de categorías inferiores de equipos como el Mirandés, pronto se centró en el trabajo, aunque el gremio, años más tarde, le tuvo preparada una segunda oportunidad. Más tarde se formó como entrenador, y ejerció en las canteras del Mirandés y Alavés, club donde ejerció la labor de segundo entrenador del primer equipo. Más tarde le fichó el conjunto de Miranda de Ebro, donde entrenó en la 1997/98 y 1998/99. Quince días más tarde de dejar el cargo fue elegido presidente de la entidad, puesto que mantuvo en la 1999/00 y 2000/01. Aún, tiene la espina clavada de no haber dirigido al Real Jaén, el club por el que se desvivió su padre. “Creo que la calle es lo mínimo que merecen, especialmente mi padre. Él vivió, sufrió, y murió por el Real Jaén, hizo muchas cosas por él, y la gente de la ciudad lo sabe”, remarca a Diario JAÉN sin ocultar su orgullo.