A semifinales 13 años después
España, entre los cuatro mejores de un Mundial por tercera vez en su historia, espera a Australia o Chequia
La selección española de baloncesto vuelve a las semifinales de un Mundial 13 años después de su última aparición tras cumplir con su rol de favorita y batir a la meritoria Polonia (90-78), una victoria que de paso le acerca mucho a los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020.
Después de ser cuarta en Colombia’82 y campeona en Japón’06, España vuelve a meterse entre las cuatro mejores de un Mundial a pesar de las numerosas ausencias con las que llegaba a China, un resultado sobresaliente que ahora pretende convertir en matrícula de honor frente a Australia o República Checa, sus posibles rivales en la semifinal del viernes a las 10:00 horas.
Este triunfo, sumado a la eliminación de Serbia ante Argentina, también deja los Juegos Olímpicos a un paso. Así, al equipo entrenado por Sergio Scariolo le basta con que Estados Unidos gane a Francia o que Australia venza a la República Checa para sacar uno de los dos billetes reservado a selecciones europeas en este Mundial.
Tras la exhibición ante Serbia, todo un golpe encima de la mesa del equipo español, se esperaba un duelo trampa ante la sorprendente Polonia, que con una canasta de Adam Waczynski se colocó a solo cuatro puntos (76-72) a falta de poco más de cinco minutos, pero un buen final de encuentro permitió a los pupilos vencer sin sufrir.
Los hermanos Hernangómez y Ricky Rubio jugaron un papel fundamente para España, que supo imponer su calidad ante un equipo bien trabajado y que nunca le perdió la cara al encuentro.
El base de El Masnou se convirtió en este partido en el máximo asistente de la historia de los Mundiales, con 106 pases de canasta, superando al argentino Pablo Prigioni, que ostentaba ese primer puesto, aunque esta estadística solo se cuenta desde la cita mundialista de 1994. Ambos directores de juego han participado en tres Mundiales, aunque el español sigue en activo y podrá aumentar la cifra.