Veintiuno, constancia y letras que llegan al alma

LA ENTREVISTA

Desde su formación en 2011, cuando compartían clases en su etapa de instituto, Veintiuno supo transformar esa conexión inicial en una identidad musical única. De sus primeras creaciones, hasta la más recientes con el disco La balada de Delirio y Equilibrio, los cuatro componentes mantuvieron la constancia y la pasión por crear canciones que cuentan historias que conectan con sus oyentes. Todo ello con una estética visual cuidada hasta el último detalle. El viernes 27, a las 23:45 horas, se subirán al escenario del Sentir Baeza AOVE Fest.

—Construyeron una identidad musical muy marcada desde el principio. ¿Cuál es la clave para mantener esa esencia?

—Creo que fue el hecho de reivindicar el formato banda. Al final, somos una banda de instituto, aunque hace mucho que dejamos el instituto. Nos conocimos ahí y mantuvimos la constancia. Y las letras, aunque no somos un grupo muy reivindicativo, intentamos que las canciones cuenten algo.

—El nuevo disco, La balada de Delirio y Equilibrio conecta mucho con su pasado, ¿no?

—Si el disco anterior hablaba del formato de ser una banda, en este hablamos del tipo de banda que somos. Sobre todo en temas como Perder los modales, que es un rock más recto y más potente, hasta La La Land, la colaboración más grande de este disco.

—Desde los videoclips hasta las portadas de los discos, tienen una estética muy cuidada...

—Sí, la portada de este último viene del cuaderno que lleva Diego, donde apunta un montón de cosas. Nos pareció buena idea llevar esos bocetos a la realidad. Ahí entra Ainhoa, nuestra diseñadora, que pone en tierra todas las locuras que le planteamos.

—¿Se sienten parte de una nueva ola de bandas en España?

—Ni sí ni no. Notamos que las bandas cambiaron un poco y llegamos en un momento donde los solistas triunfaron más. Aunque, es cierto que ahora hay como una vuelta al formato banda y que compañeros que llevan muchos años en los escenarios siguen aquí.

—¿Qué canción representa mejor el corazón de Veintiuno?

—La primera que nos funcionó bien de manera “ilógica” fue Dopamina. La terminamos de grabar durmiendo en el estudio, porque nos quedamos sin dinero para el alojamiento. Hay decisiones muy locas que, si se las comentas fríamente a tus padres dirán que es una mala idea. Pero es confiar que, si te tiras al agua, te va a llevar a otro sitio. Lo bueno es que aquí nos tiramos cuatro personas.

—¿Con ganas de pisar Baeza?

—Nos encanta ir a Andalucía, nos cuidan muy bien. Coincidimos con un montón de amigos y compañeros. Y sabemos que Juanca (Supersubmarina) va a ser un buen anfitrión para nosotros.