Una Yerma modernizada y con el ansia de libertad

María León es la protagonista de esta nueva versión de la obra de Lorca

13 dic 2021 / 12:53 H.
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La trilogía lorquiana como se la conoce todavía sigue presente en la actualidad con innumerables obras teatrales, cinéfilas o televisivas que ahondan en las historias de Federico García Lorca pero, siempre, desde la perspectiva de la nueva época y el paso del tiempo que hace que la sociedad se modernice, o quizás no tanto cuando estos proyectos todavía tienen cabida y reflejan, de alguna manera, a la sociedad en la que se vive en ese momento. En esta ocasión, María León a la cabeza de cartel trae hasta Cazorla La pasión de Yerma, una obra que ahonda en el yugo a la mujer, en lo que se espera de ella, en la maternidad y los prejuicios de base que muchas mujeres ya sufren desde que nacen porque vienen prefijados de base y que se estrenó anoche en el cierre del Festival Internacional de Teatro de Cazorla.

<i>El escenario del teatro cazorleño disfruta de la obra “La pasión de Yerma”.</i>
El escenario del teatro cazorleño disfruta de la obra “La pasión de Yerma”.

Y es que, el personaje que interpreta María León, es decir, Yerma, es el de una mujer que arrastra consigo multitud de imperfecciones, de deseos incumplidos y frustraciones que ella espera que terminen una vez comience la etapa del matrimonio, creyéndose feliz y que en los brazos de un hombre podrá encontrar aquello que la hace sentirse tan vacía por dentro y por fuera. Pero lejos de ello, la realidad es bien distinta y comprende que aquello que busca quizás solo se lo puede dar así misma porque, en el fondo, uno no puede sentirse realizado y amado si no se ama asimismo antes y, a veces, es complicado llegar hasta ahí. Por medio, la actriz tiene que pasar durante hora y media por multitud de penurias, sentirse juzgada, culparse de lo que le pasa, avergonzarse, desinhibirse y, también, cohibirse. Lo cual es gracioso porque ante todo Yerma lo que busca es ser libre siempre que pueda.

Un proyecto que, además, suponía todo un reto porque la obra es un reflejo de la de Lorca pero basado en la actualidad, por lo que todo el contexto no vale y, encima, muchos personajes ya no aparecen o sus personalidades se suman en las de unos pocos. De los 23 personajes que utilizaba Lorca para expresar infinitud de pensamientos para el desarrollo de la obra, ahora tan solo aparecen cinco en versión teatral dirigida por Pepa Gamboa.

De estos, 3 son las mujeres que dan visión a las diferentes represiones y preocupaciones del género femenino con respecto al masculino que se representa con los dos personajes restantes de la obra. Como en la versión original, la maternidad vuelve a ser el núcleo de la historia, pero, a través de ella sobresalen otros temas igual o más peliagudos como son el sexo, la libertad, la moralidad, el deseo o la necesidad de poder y que, en muchas ocasiones ejerce uno de los dos sexos contra el otro, en este caso el masculino que pone en jaque a las mujeres de la obra y en el destino que estas toman. Sin embargo, la obra teatral contiene humor gracias al personaje interpretado por Mari Paz Sayago que sabe desenvolverse y hacer que el público tenga momentos de distracción entre toda la carga de drama que contiene la obra y que, en ciertos momentos es más que necesario para comprender que en la vida hay de todo: desde risas, llantos, momentos de amor y otros muy oscuros en los que el yo interior de cada uno tiene que librar una batalla entre ganar su libertad, lo correcto y lo que la sociedad pueda o no opinar.

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