Una última gira de profunda gratitud
La artista actúa hoy, a las 21:00 horas, en el Infanta Leonor
LA ENTREVISTA
Tras una carrera de éxitos, Paloma San Basilio se embarca en un viaje de despedida de los escenarios con Gracias. Como su propio nombre indica, es una gira para agradecer a sus fieles seguidores su inquebrantable apoyo. “Desde el inicio dejo claro que no es un acto de nostalgia, sino de alegría”, asegura la artista que, esta noche, a las 21:00 horas, recala en el Teatro Infanta Leonor. Acompañada por su banda, San Basilio promete una experiencia inolvidable llena de emoción y de celebración de cincuenta años tocando corazones a través de la música.
—¿Cómo se siente al despedirse con esta gira mundial?
—Feliz. Hice tantas cosas que no me dio tiempo a detenerme y asimilar todo lo ocurrido. Fue un viaje vertiginoso y sorprendente. Creo que es un momento muy bueno, de plenitud y madurez para afrontar nuevos retos. Cierro esta etapa porque tengo otros proyectos en los que quiero volcarme.
—Es una de las voces más versátiles de la música latina. ¿Cómo logró reinventarse a lo largo de los años?
—Todo lo que hice salió del corazón y de la necesidad de no quedarme estancada en un solo lugar. Un artista tiene la obligación de arriesgarse. Algunas apuestas salen mejor que otras, pero en cada una descubres nuevas capacidades. Yo tenía la posibilidad de hacer teatro, y cuando hice Evita, aprendí muchísimo. Desde entonces, cada cierto tiempo volvía hacia el teatro porque sabía que seguiría aprendiendo.
—¿Qué otros artistas marcaron su estilo y su carrera?
—Empecé a conectar con la música en mis viajes a América, con el bolero. Me sumergí en el repertorio de clásicos como Violeta Parra o Pablo Milanés. Luego, autores coetáneos míos, como José Luis Perales. En este concierto, de hecho, hago un homenaje a esos autores de habla hispana que consiguieron que nuestra música e idioma viajen por todo el mundo. También canto canciones de Alejandro Sanz o Jorge Drexler.
—¿Qué le mueve a la hora de elegir las canciones de sus giras?
—Cada persona tiene su banda sonora. Hay momentos en los que escucho mucha música clásica o jazz. Pero, mi cultura es mi raíz, y en ese tejido se integraron canciones populares de autores que, de repente, me encuentro cantando sin darme cuenta. Siempre canté lo que quise, sin prejuicios.
—¿Algún otro elemento especial que destaque de esta gira?
—Que mi hija forme parte del espectáculo. Después tanto tiempo separadas, ahora podemos compartir juntas esta experiencia. Ella es una gran artista y, además, mi coach vocal. Fue ella quien me dijo: “Mamá, tienes que hacer una gira de despedida”. Se puso a trabajar en ello y aquí estamos, con todos estos ingredientes que hacen esta gira tan especial.