Una noche repleta de emoción

19 may 2019 / 12:24 H.

Una noche más de éxito, una noche más en la que las sensibilidades de todo un auditorio son puestas a flor de piel, haciéndonos meditar, haciéndonos disfrutar, haciéndonos casi llorar de emoción. Tal fue el nivel de las obras y los artistas traductores que sobrecogieron a los espectadores del Auditorio del Hospital de Santiago.

Un concierto, el del Coro de RTVE, que se dividió en dos bien diferenciadas partes, ambas llenas de contenido, tal como indicaban sus títulos. La primera, titulada “Media vita in morte sumus” (En medio de la vida, ya nos encontramos con la muerte), se trató de un recorrido, a través de compositores de los Siglos XX y XXI, aunque su comienzo fuera una melodía medieval extraída del Canto Gregoriano, a través del dolor que supone la pérdida de los seres queridos y de la manera como enfrentamos la muerte. En esta “Media vita” se han podido escuchar obras del húngaro Lajos Bárdos (1899-1986), “Liberame”, sobre los versos del responsorio de la misa de difuntos católica, del inglés John Taverner (1944-2013), cuya elegíaca “Song for Athene”, llena de espiritualidad, pudo ser escuchada durante los funerales de la princesa Lady Di, del argentino Astor Piazzola (1921-1992) cuyo “Adiós, Nonino” es un emocionado poema en memoria de su padre, fallecido días antes, del cubano Calixto Álvarez (n. 1938) del que se interpretó su “Lacrymosa”, versos finales del himno funerario “Dies Irae”, con la peculiaridad de la intervención de una soprano solista que ha de hacerlo con la voz desimpostada, acompañándole posteriormente todas las demás voces femeninas del coro en igual situación vocal, quizá evocando el dolor de las mujeres de raza negra, a las que parecen imitar. Después se interpretó una página de Jake Runestad, compositor inglés nacido en 1986, “Let my Love Be Heard”, coro en memoria de las víctimas del atentado en la discoteca “Bataclan” de París en 2015. Quiso el Coro de RTVE, dedicar la pieza a la mezzosoprano Esperanza Rumbau, miembro durante muchos años de este conjunto y fallecida pocos meses atrás. Esta magnífica cantante nos visitó como solista hace algún tiempo en un concierto sacro celebrado igualmente en este Auditorio. La fuerte emotividad de la obra suscitó a su término, una prolongada ovación por parte del público asistente al concierto, cuya primera parte concluyó con un coro de Zane Randall Stroope, compositor americano nacido en 1953: “La conversión de Saúl”.

Hemos de añadir además que la labor del Coro RTVE fue impresionante de afinación, matices y poderío, a lo que estamos seguros no es ajeno su director, Juan Pablo de Juan, magnífico conductor de la masa coral y gran comunicador con el público, al que explicó una por una todas las obras representadas en la primera parte, con evidente eficacia didáctica, lo que es muy de agradecer.

La segunda parte incorporó la presencia del cantautor Amancio Prada que, acompañado por el Coro de RTVE y por la violinista Yulia Iglinova y el violonchelista Javier Albarés, nos interpretó su “Cantico Espiritual”, obra en la que puso música a los célebres versos de San Juan de la Cruz, el santo poeta que vino a morir a la ciudad de Úbeda. Todo el encanto y la mística de esta composición poética quedan magníficamente reflejados en la obra de Prada, que lleva cantándola la friolera de 47 años ininterrumpidamente, desde su estreno en París, en 1972 en versión primigenia que evolucionaría hasta la definitiva estrenada en Segovia cinco años después. La interpretación escuchada en esta edición del Festival de Úbeda, se nos mostró notablemente enriquecida con la colaboración de este conjunto coral, uno de los más importantes de España. La media hora larga del “Cántico Espiritual de Amancio Prada se hizo enormemente corta en el Auditorio del Hospital de Santiago, y el público aplaudió largamente la interpretación, obligando –aunque creemos que lo hizo con sumo gusto- a los intérpretes a regalar una pieza más, esta vez sobre versos de Santa Teresa de Jesús: “Soberano Esposo mío”.

Tarde ya, algo avanzada la noche, mientras los integrantes del Coro de RTVE y demás intervinientes en el concierto tomaban un refrigerio, un Amancio Prada entusiasmado por la acogida de este público ubetense que no se cansa de venir a verlo una y otra vez desde hace décadas (los viejos amantes de ese lugar que llamado La Música de Cantautor, manifiestan que son ocho ya las veces que el artista leonés ha venido a cantar a Úbeda) nos decía: “Cuando la música, el amor, la poesía y la belleza confluyen, es porque la verdad se hace patente entre nosotros”. Y así debió ocurrir anoche.